Dice el periodista guaí Caio Scavone en su nota ¿Más paraguayo que la mandioca? publicada en abc.com.py hace unas semanas “Hablar de la mandioca equivale a hablar del Paraguay, con el mismo valor de identidad que tiene el tereré, su siesta, su desidia, el calor, la hamaca y su corrupción”

Había  sido ra’é que en nuestro país también existe un día específico de la mandioca, que se festejó por primera vez en el 2013 y cuya fecha oscila del 4 al 9 de noviembre. Extraoficialmente por supuesto.

Es que nadie sabe de quien fue la iniciativa de celebrar un día del “pan paraguayo”. Según teníamos pensado, su día era todos los santos días de todos los santos años, las 24 horas del día y de la noche también. Pero parece que estábamos equivocados.

Y conste que en el Paraguay se producen 400 variedades de mandioca -35 más que los 365 días del calendario- entre los cuales se destacan el. takuara sa’yjú; canó (ciclo medio a largo); cano’i; canó pytã; meza’í; yerutí, hovy; togue í; pomberí (ciclo corto); tava’í, señorita, caballero, pytã’í, yacaratiá, cuyo mayor volumen se originan en San Pedro, Itapúa, Caaguazú, Canindeyú, Paraguarí, Alto Paraná, Caazapá, Concepción y Guairá. Es decir, casi todos los departamentos de la región oriental.

Y que conste también, que existen más de 450 maneras gastronómicas de elaborarla para saborearla, cuya cantidad puede centuplicarse  hasta más allá del infinito de acuerdo con la imaginación e intención de los fanáticos y fanáticas de la “recetas de autor”, aunque nosotros sigamos prefiriendo comerla recién hervida como “tyra” o, al día siguiente, como mandi’ó chyryry”

Siguiendo a Caio Scavone, «su consumo alivia la jaqueca, alimenta a millones de personas en el mundo, reduce el nivel del colesterol, atenúa la hipertensión, es un excelente alimento animal y no necesita de suelos tan fértiles para su producción. El promedio paraguayo está en las míseras 17,5 toneladas por hectárea, cifra que tendrá que subir a unas 50 Ton./ha una vez que el servicio de Extensión Agrícola del Ministerio de Agricultura y Ganadería funcione antes que llegue a su extinción total».

Tal vez, ojalá, alguna vez, quizá,  también tengamos el “Día del Pohã ro’ysã” y del «Tereré Rupá».