Nancy Areco desde São Paulo, Brasil
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Con miras a la Copa del Mundo 2014 y los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016, el Ministro de Justicia del Brasil, Luiz Paulo Barreto anunció que en el 2010 invertirá 60 millones de dólares para controlar sus fronteras especialmente las que tiene con Paraguay.

A pesar de toda la problemática que Paraguay representa para el Brasil con relación al contrabando, tráfico de drogas y piratería, el Ministro Barreto manifestó ante periodistas extranjeros en São Paulo que la actual política de seguridad que lleva adelante el Ministro Rafael Filizzola es buena, hábil y cooperador lo que quedó demostrado con la captura de grandes narcotraficantes que por muchos años no fueron incomodados por las anteriores autoridades paraguayas.

“El Brasil está muy satisfecho con la política paraguaya de cooperación. El Ministro Rafael Filizzola es un ministro serio, él viene emprendiendo un esfuerzo consistente en el Paraguay para combatir el crimen y desde el primer momento se acercó al Brasil y a la Argentina. Filizzola es un Ministro comprometido con la seguridad pública del Paraguay, es un Ministro extremamente hábil en las negociaciones internacionales y ha sido un buen compañero del Brasil en las estrategias de enfrentamiento al crimen en las fronteras.”, expresó Barreto.

Recalcó que hay conciencia en ambos países de que el crimen organizado perjudica la imagen del Paraguay, del Brasil y la economía de la región inclusive”

Señaló que todavía falta un control integrado más efectivo de las fronteras que se irá logrando con los aviones de alta tecnología israelí denominados VANT (Vehículo Aéreo no Tripulado). Este avión espía tiene capacidad para detectar una planta de marihuana desde 10.000 metros de altura y posee gran autonomía para moverse desde las fronteras del país hasta los pozos petroleros.

Otra herramienta con que contará Paraguay es un acuerdo denominado “Investigaciones conjuntas criminales”, un instrumento jurídico que permite tanto al Paraguay como al Brasil de abrir una investigación criminal en donde ambas fuerzas policiales tienen mayor comunicación entre sí y lo que permitirá la aprehensión del financista, del productor y del distribuidor de las drogas que ingresan al Brasil desde territorio paraguayo.

EPP
Sobre el EPP, Barreto minimizó la importancia del autodenominado grupo armado EPP y explico que a través de un trabajo en conjunto con Paraguay, la inteligencia brasileña logró caracterizar al EPP como un grupo pequeño de 20 personas que usan armas y que se encuentra en algunos puntos de la frontera brasileña. Para Brasil, el EPP es un grupo que opera dentro de Paraguay, no tiene un potencial ofensivo ni criminal que pueda poner en peligro a sus fronteras.

ARROM, MARTI Y COLMÁN
Antes de llegar a ser Ministro, Barreto formaba parte del Comité para Refugiados (CONARE) que otorgó refugio en el Brasil a Juan Arrom, Anuncio Marti y Víctor Colmán cuya votación fue unánime.
Barreto señaló: “Solo si el Paraguay aporta nuevos elementos que comprueben que ellos falsificaron documentos o mintieron con las informaciones que presentaron para pedir refugio podrá ser revisto el status de refugiado del que fueron beneficiados”.
El pedido de revisión de este status que Paraguay solicitó será analizado por el comité en octubre próximo.

TRIPLE FRONTERA
El ministro afirmó que el Brasil busca que la Triple Frontera deje de ser un lugar históricamente identificado con el contrabando, el tráfico de drogas, de armas y pase a convertirse en una zona franca como polo productivo fabricante de chips. Actualmente el delito en la región perjudica la imagen y la economía de esa zona turística donde se encuentran las Cataratas del Yguazú y la hidroeléctrica binacional Itaipú. “La triple frontera no puede estar identificada con el crimen internacional, las mafias libanesas, chinas, etcétera, y es por eso que Brasil impulsa la creación de un polo de desarrollo industrial y una zona franca”, adelantó.

P. J. CABALLERO
Con las fuerzas policiales y judiciales apretamos a Foz de Iguazú, allí pasó a crecer el crimen organizado en la otra parte de la frontera que es Pedro Juan Caballero con Ponta Porá, teniendo en cuenta esta realidad pasamos a dotar este punto con presencia policial que trabajará en inteligencia y cooperación con Paraguay.
Brasil reforzará el control en esta parte de la frontera montando una base en la Estancia Itamaraty situada en el Estado de Mato Grosso del Sur, desde donde entrará en acción el “policiamiento especial de frontera” con trabajos de inteligencia y estrategia militar sin cerrar la frontera con tanques militares ni levantando muros, (esto en alusión a lo que ocurre actualmente entre P. J. Caballero y Ponta Porá). Esta base monitoreará las rutas del trafico de drogas, aeropuertos clandestinos, puntos donde se refinan las drogas, todo sin obstaculizar esa integración que existe en paraguayos y brasileños, finalizo el Ministro brasileño del gobierno Lula.