Brasil insistió ayer en que el Congreso paraguayo avale la entrada de Venezuela al acuerdo como miembro pleno

El ingreso de Venezuela como miembro pleno del Mercosur parece haber perdido definitivamente el tren de al menos este año.

Pese a las fuertes presiones que realizaron los gobiernos de Argentina y Brasil, el poder político paraguayo no logra consensuar un apoyo. El Congreso de ese país es el único del bloque (los restantes son los de Brasil, Argentina y Uruguay) que aún no aprobó el tratado firmado entre los cuatro países y Venezuela. Por lo tanto, el ingreso venezolano sigue sin perfeccionarse.

“No será posible”. El canciller de Paraguay, Héctor Laconagta advirtió que, aunque el presidente Fernando Lugo respalda el ingreso venezolano, eso “no será posible porque no hay votos suficientes”.

Ayer, el presidente brasileño, Luiz Lula da Silva, insistió, con buenos modales, en la cuestión. Para Brasil es clave para reforzar la construcción de su liderazgo regional. “Nos gustaría que el Congreso paraguayo aprobara”, comentó Lula, en coincidencia con un reclamo similar hecho el viernes último por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

“Creo sinceramente que sería un paso importante. Estoy segura de que vamos a poder (lograr el ingreso). Confío plenamente en los hermanos de Paraguay”, la había dicho Cristina Kirchner a sus colegas de Paraguay, Brasil y Uruguay en la última cumbre del Mercosur. Concretamente, Fernández y Lula le pidieron a Lugo que tratara de convencer a los legisladores paraguayos de la oposición.

Motivos brasileños. Ayer, Lula abundó en el tema. “Nos gustaría que Chile viniera (al Mercosur), que viniera Colombia, que viniera Perú, que viniera Ecuador, que viniera Bolivia”, agregó.

El caso de Chile es particular. Los mismos chilenos no están demasiado interesados en sumarse como miembros plenos al Mercosur porque eso los obligaría a revertir su política a alta apertura comercial a todos los países del mundo, clave en su esquema de inserción internacional.

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