Esa mañana del 1º de marzo de 1870 hasta el viento se llamó a silencio, presagiando el inminente final. Las aguas del río rumoroso, aplacaron
Esa mañana del 1º de marzo de 1870 hasta el viento se llamó a silencio, presagiando el inminente final. Las aguas del río rumoroso, aplacaron