Ykuá resay (Manantial de lágrimas)

A SEIS AÑOS DE LA TRAGEDIA DE YCUÁ BOLAÑOS: 2004 -1º DE AGOSTO- 2010

  Ajenas a su destino, en ese lugar de Asunción, familias enteras estaban disfrutando del último día de vacaciones de invierno; una señora fue simplemente de paseo, otras, de compras. Aquel abuelo, para adquirir un regalo para su primer nieto que cumplía su primer año de vida. Y más de una pareja habrá concertado una cita para prometerse amor eterno. O para reconciliarse…

 Los empleados y los dueños de locales del shopping Ycuá Bolaños, se concentraban cada uno en sus tareas. Los primeros quizá pensaban que la semana que comenzaba al día siguiente de ese domingo 1º de agosto, cobrarían su sueldo; los segundos, como harían para pagarlo.

 Y todos esos pequeños movimientos, alegrías, tristezas, aflicciones y arrebato que lamamos vida, de repente, se pulverizan en el aire y se deshace en llamas, humo y horror. Y la desventura se abate, ardiendo, quemando sin control vidas y sueños de los que cayeron en la trampa mortal. La tragedia interrumpió el hilo de muchas vidas, sin miramientos.

 Gritos, gemidos de heridos se entremezclaban, pidiendo auxilio para escapar de la muerte inminente. Pero nada, hasta las puertas de salida para una posible escapatoria, estaban inexplicablemente cerradas. ¿Inexplicablemente cerradas?

 Afuera, la gente atónita, compungida e impotente, observaba el infierno. La denodada lucha de los bomberos para rescatar a los probables sobrevivientes, puso su acento de esperanza en ese terrible escenario. Los hospitales no daban abasto. Los remedios ni los equipos tampoco. Entonces llegaron las ayudas solidarias de propios y extraños para paliar las carencias.

 Después, vinieron las listas de las víctimas, que a medida que pasaban los días se iban engrosando. Y cada familia que reconocía entre ellos a un pariente o algún amigo, se deshacía en lágrimas de dolor y rabia, que eran compartidas por todos los habitantes de la ciudad desolada.

 El mundo entero quedó conmovido ante tan horrenda desgracia.

 Y aunque se ajusticie a los culpables, nadie podrá hacer revivir a los muertos…

 Ocurrió en un día, pero sus huellas no se borrarán jamás de la memoria.

 Hoy, sólo nos queda rezar por el eterno descanso de sus almas.

 (Publicado en “Paraguay ñane retã” en agosto de 2004 y 2008)

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“Tengo vergüenza de mi país porque creí que iba a haber justicia…”

Cada 1 de agosto se reabre la herida de miles de familias paraguayas que perdieron a sus seres queridos en la tragedia del Ycua Bolaños. Miguel Samudio, perdió a sus hijos Gerónimo (35), Elizabeth (13) y su nuera Roberta (29).

A pocos días de conmemorarse el sexto aniversario del incendio del supermercado Ycua Bolaños que dejó 400 muertos, más de 200 heridos, 7 desaparecidos y muchos huérfanos en el país, Don Miguel comparte su testimonio para recuperar la memoria.

Don Miguel Samudio, de manera voluntaria ayuda a cuidar el “Memorial Ycua Mártires” en dos turnos. Allí lo encontramos, recorriendo entre las fotografías de sus familiares y reflexionó lo siguiente:

“Pasé muy difícil estos años, pero le agradezco a Dios y a la Virgen porque sigo aguantando este golpe que es el más duro del mundo, porque no hay justicia. Tengo vergüenza de mi país porque creímos que iba a haber justicia para nosotros, pero no hay ni un poquito. Siento desde el fondo de mi corazón que somos nada para las autoridades.”

“Yo recibí en pedazos a mi familia, en bolsas de hule…”
“Demasiado ya pensé… día y noche y a veces no creo que esto le haya pasado a mi familia, no creo, no esperaba esto. Yo recibí en pedazos a mi familia, en bolsas de hule, medio cuerpo, después me trajeron un brazo, y después una cabeza, así. Todos nos hemos quedado traumados. Algunos dicen que es algo mandado por Dios pero no es así, él no tiene la culpa.”

“Le pido al país que luche por la Justicia”
“No recibimos ninguna indemnización, pero justicia lo que nosotros queremos, eso nomás, y que nunca más se repita esto. Hoy le pido a nuestro país y especialmente a la juventud que así como nosotros luchamos ellos también luchen por la justicia porque si no iremos cada vez peor. Les pido que nos unamos y salgamos juntos a buscar la justicia”, finalizó.

Este domingo 1 de agosto en el Memorial ubicado en Santísima Trinidad y Av. Artigas a partir de las 10:00 horas, se llevará a cabo el acto central para recordar a los fallecidos

(www.ycuanuncamas.org)