La Virgen de Itatí y la Virgen de Caacupé: Argentina y Paraguay unidos hoy por María
Cada 16 de julio los argentinos y paraguayos realizan procesiones náuticas sobre el río Paraná con dos imágenes de la Madre de Dios: la Virgen de Itatí (Argentina) y la Virgen de Caacupé (Paraguay).
Esto se realiza por la coronación pontificia de la Virgen de Itatí, que este año cumple 115 años desde que el Papa León XIII en 1900 decidiera otorgarle ese honor a esta advocación mariana.
Como es tradición, la celebración congrega a muchos fieles de ambos países, quienes sacan en procesión a la Virgen de Itatí y Caacupé, las cuales se dan el encuentro en las aguas del Paraná. Luego se realiza una solemne Eucaristía en el pueblo de Itatí con autoridades del clero argentino y paraguayo.
Este año, la festividad también se enmarca con los 400 años de fundación de esta localidad argentina, denominada “Itatí, tierra de María”. Por ello Mons. Andrés Stanovnik, Arzobispo de Corrientes, resaltó en la Misa que presidió hoy que “en esta tierra se gestó un pueblo de hijos y de hermanos bajo la mirada tierna de nuestra Madre”.
“Hoy contemplamos agradecidos cómo Dios, por intercesión de la Virgen, nos cuidó y acompañó a lo largo de estos siglos. Con ella nos sentimos un pueblo de hijos y de hermanos, con una enorme diversidad que nos enriquece para construir la unidad”.
“Por eso cada uno de nosotros ha venido hasta aquí, no aislado de los otros, sino como pueblo de Dios, para agradecer y renovar la fe y la confianza en Dios. Por todo eso, ¡bendito seas Señor! ¡Gracias, Madrecita querida!”
Para manifestar el amor y devoción a la Virgen de Itatí, el Prelado consideró necesario “comprometerse a tener siempre una palabra amable, una sonrisa, o cualquier pequeño gesto que siembre paz y amistad en el matrimonio y en la familia, en la calle y en el trabajo, en todos los ambientes y con todas las personas con las que nos encontramos”.
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