Concurso contra la discriminación: Paraguay rompe esquemas con “Miss Gordita”

 “Miss Gordita”, un concurso de belleza cuyo principal requisito para participar es pesar al menos 70 kilos, se ha convertido en la voz de denuncia contra la discriminación hacia las personas con obesidad en Paraguay, donde más de la mitad de la población sufre sobrepeso.

Raquel Giménez (c), ganadora de la corona de Miss Gordita 2015, un concurso de belleza que se celebra en Asunción para generar conciencia contra la discriminación de las personas con sobrepeso y obesidad; la primera princesa, Emilia Martínez (d), y la segunda, Esmilce Lescano (i), posan para una fotografía hoy, sábado 25 de abril de 2015, en Asunción (Paraguay). Foto: EFE
Raquel Jiménez (c), ganadora de la corona de Miss Gordita 2015, un concurso de belleza que se celebra en Asunción para generar conciencia contra la discriminación de las personas con sobrepeso y obesidad; la primera princesa, Emilia Martínez (d), y la segunda, Esmilce Lescano (i), posan para una fotografía hoy, sábado 25 de abril de 2015, en Asunción (Paraguay). Foto: EFE

Trece jóvenes paraguayas, trabajadoras y estudiantes, participaron en la gala celebrada “Dubai”, club nocturno de Asunción, y de la que salió vencedora Raquel Jiménez, de 24 años.

Jiménez y el resto de candidatas debieron desfilar en tres ocasiones por la pasarela: uno de ropa casual, otro de ropa de gala y por último en traje de baño, en la cuarta edición de este concurso nacido en Paraguay.

Desde que fueron seleccionadas hace cuatro meses entre cientos de candidatas de todo el país, las jóvenes, de entre 70 y 130 kilos, aprendieron a desfilar y a maquillarse de forma profesional, además de recibir charlas de un nutricionista y de una psicóloga. Sin ningún complejo, con desenvoltura y elegancia las participantes, fueron el centro de atención de cientos de asuncenos y hasta de la prensa internacional.

Tras llegar juntas a la alfombra roja en una limusina de color rosa entraron en el loca, bailando y riendo, donde amigos, familiares, cámaras y flashes, y un jurado compuesto por esteticistas, psicólogas y personajes de la farándula, componían el público que animó a las finalistas de Miss Gordita durante horas de espectáculo.

Entre gritos de júbilo, el público celebró la victoria de Raquel Jiménez, de la ciudad de Lambaré, aledaña a la capital paraguaya, y estudiante de segundo curso de ingeniería química,

El premio consiste en un tratamiento con uno de los mejores nutricionistas de Paraguay, un programa de un año de ejercicio en un buen gimnasio de Asunción y ropas.

Pero en la práctica convierte a Miss Gordita en una «embajadora contra la discriminación a las personas con sobre peso», como bautizaron los medios paraguayos el pasado año a la anterior ganadora, Cintia Colina.

Desde entonces, Colina ha participado en programas de radio y televisión reclamando una ley contra toda forma de discriminación, un papel que Jiménez está dispuesta a seguir, quien confesó que «la discriminación fue mi pan de cada día. La maldita discriminación. Como muchas otras personas, me formé, me esforzaba y no me reconocían por el simple hecho de ser obesa o tener sobrepeso».

Este concurso abre un debate inédito en Paraguay y busca terminar con la discriminación.

En especial en los medios de comunicación, donde está presente, aunque gran porcentaje de la población paraguaya (de unos 6.5 millones de habitantes), es «netamente obesa», según la última Encuesta Nacional de Factores de Riesgo del Ministerio de Salud.

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