Hace 57 años, en 1958, en Puerto Pinasco, norte del Paraguay, nació la idea de festejar el “Día mundial de la amistad” y, para concretarla, el médico Ramón Artemio Bracho, convocó a un grupo de lugareños destacados para iniciar una cruzada para dar valor y realce a la amistad entre los seres humanas  que permita fomentar la cultura de la paz.

Asi, en la reunión de la que también participaron Horacio Mainí, Orlando Troncoso, Kurt Singer, Víctor Alfonso Rolón y Carlos Rivas, quedó fundada la “Cruzada Mundial de la Amistad” que estableció “Semana de la Amistad”, que comenzaba el 24 y finalizaba el día 30 de julio, fecha esta que finalmente se adoptó como “Día Mundial de la Amistad” que se celebra en Paraguay y en varios países de Sudamérica.

Esta Cruzada luchó con tenacidad y denuedo durante 53 años para que  las Naciones Unidas reconozca al «30 de julio como Día Mundial de la Amistad, al 2011 como Año Internacional de la Amistad y al 2011-2020 como Decenio de la Amistad”, en homenaje al Bicentenario de la Independencia del Paraguay, solicitud al  que finalmente el organismo internacional accedió el 3 de mayo de 2011

Dr. Artemio Bracho, próximo a cumplir 91 años, fue el principal propulsor para que este festejo paraguayo tome cariz internacional, había sido propuesto como merecedor del Premio Nobel de la Paz por numerosas personalidades, organismos oficiales e instituciones religiosas del Paraguay, propuesta que, hasta hoy no prosperó.

ANÉCDOTA: En julio de 2008 el doctor Bracho habló sobre los inicios de la cruzada y la celebración del “Día mundial de la amistad”, en la Asociación de Jefes y Oficiales Retirados de la Armada Paraguaya y apuntó que “como no había televisión, él siempre escuchaba radio, y en una oportunidad sintonizó “La voz de la amistad”, de San Francisco, Estados Unidos. Ante ello, emocionado, escribió una carta contando la existencia de la cruzada en Paraguay, y es así como durante ocho días “La voz de la amistad” anunció que ofrecería una noticia importante, hasta que al octavo día se hizo lectura de la carta e informaron acerca de la “Cruzada mundial de la amistad”, que luego se difundió por otras radioemisoras, llevando la noticia a todo el mundo. Se hicieron eco en varios sitios, y así hubo celebraciones en la Universidad de Tokio, Japón, en la Asociación Cristiana de Jóvenes de Jerusalén, y en otros lugares, en Chicago, Colombia y Perú”.

   “Imagínense que en 1980 se creó una filial de la Cruzada en el Vaticano, integrada por diplomáticos, y eso motivó que el papa Juan Pablo II, el más querido de todos los tiempos”. brindara un mensaje ese año dedicado a la amistad” recordó