Este año, San Juan ára cae sábado, pero se festeja mucho antes y también en su «octava”
A pesar de los diferentes matices que fue adquiriendo en las últimas décadas, el 24 de junio, San Juan Ára, fiesta familiar que traspasa fronteras, sigue manteniendo sus rasgos originales, es decir, su esencia, siendo compartida por generaciones. Es una de las festividades más masivas del país
San Juan dice que SÍ o dice que NO, a través de diversas maneras de “adivinaciones” y/o supersticiones como por ejemplo el ‘gallo ñemonga’ú’: Un gallo debe ser atrapado el día anterior y mantenido en una pieza oscura por 24 horas, sin comer. Luego, el día 24 a la siesta, hay que girarlo sobre sí mismo varias veces hasta que se maree tipo borrachera, luego se lo suelta ante un grupo de personas que desean casarse y que tienen granos de maíz en la mano. Aquella persona de quien primero coma el gallo, esa se casará ese año.
En el libro Folklore del Paraguay, el Dr. Dionisio González Torres describe la fiesta de San Juan Bautista como la concelebración de dos fiestas en una; la profana, que corresponde al 21 de junio, el solsticio de verano (en Europa) y la inca (solsticio de invierno) *que se traduce en un culto o adoración al Sol simbolizado por el fuego. A esto le sigue la fiesta religiosa que corresponde al día 24 de junio, natividad de San Juan Bautista
Según el investigador, en esta fecha era común encender fogatas u hogueras, pues el fuego en los juegos típicos está cargado de simbolismos. Las llamas en las astas del toro akangüé, la pelota tatá, tatá ári jehasá (cruce sobre brasas encendidas de carbón o leña), que desafía a los py’a guasu (corajudos) a cruzar descalzos el tramo sin quemarse.
El Judas kái, ese «muñeco» cargado de pirotecnia que tiene las características del personaje más denostado (ofendido) que sirve de catarsis grupal, es la pieza infaltable en todo San Juan. Según la tradición, el Judas Kái representa a Judas Iscariote, discípulo que traicionó a Jesús por treinta monedas y que simbólicamente es castigado por el pueblo por ese acto
Entre otros juegos del día se encuentran el ñemendá okára o casamiento koyguá (boda campesina), paila jeheréi, yvyrasýi, kambuchi jejoká karréra vosá, toro kandil,
LAS PRUEBAS. La magia de San Juan Ára empieza en la víspera con las famosas pruebas para adivinar el futuro, que más se relacionan a conocer quién será la futura pareja. La prueba más extendida es la del cuchillo clavado en el bananero. El día anterior, el 23 al mediodía, se debe
introducir toda la hoja de un cuchillo oxidado en el tronco de un bananero y dejarlo hasta el mediodía del 24. Al sacar el cuchillo, la herrumbre formada indicará las iniciales del futuro novio o esposo. O el anillo atado a una cinta y puesta en el interior de un vaso de vidrio medio lleno con agua: el anillo comienza a balancearse haciendo sonar el vidrio tipo campana; las cantidad de veces que suene, será la cantidad de años que falta para su casamiento.
El de las gotas de vela, consiste en encender una vela y derramar 21 gotas de la cera derretida en una palangana y supuestamente aparecerán las iniciales del futuro esposo o esposa
Otras creencias son: que el día 23 a la noche, se debe guardar un espejo nuevo bajo la almohada y, al amanecer, al sacar el espejo de debajo de la almohada se podrá ver en él la imagen de la futura esposa o esposo que y que el día 24, al amanecer, se debe salir a la calle y preguntar el nombre a la primera persona que pasa. El nombre de dicha persona será también el nombre (o inicial del nombre) del futuro esposo o esposa.
Y algo fundamental: no debe faltar la “prebera”-mujer especialista en adivinar la suerte que con diversos artilugio-especialmente tirando las cartas- descubre el futuro de las casamenteras.
LA TRADICIÓN. La fiesta de San Juan ya no solo se realiza el día 24 También se festeja el “San Juan mboyve y el San Juan riré” (antes y después del día de San Juan, ‘la octava’) para significar el arraigo de dicha fecha en la cultura popular.
Fuentes varias
*N de R. –El día 24 de junio también se celebra desde hace 600 años el Inti Raymi, la Fiesta del Sol de los Incas, durante el solsticio de invierno