No importa como se lo/a denomine. Como sea, este manjar gastronómico paraguayo se ha vuelto universal y es el preferido de millones de personas

Basta saber que el producto se consume, por dar algunos ejemplos, en España, Alemania, Estados Unidos de América, Brasil y por supuesto causa furor en Argentina.

Esta es la parte positiva de la diáspora de nuestros compatriotas que producen, difunden, popularizan en los países en los que residen, esta muestra genuina de la cultura culinaria guaraní que, dado la creciente demanda, se ha convertido en una importante industria que abarca todos los estratos sociales y una fuente de ingresos nada despreciable.

Es que la chipa o el chipá es todo tiempo y todo terreno: se saborea todo el año calendario y no tienen normas horarias que cumplir

 En el Paraguay, lo que en principio era obra casera de nuestras abuelas, su elaboración y comercialización se transformó radicalmente a través de la mano de Juan Ramón Ayala “el barrereño” que hace 62 años comenzó a elaborar su famoso “Chipa Barrero” y viajaba todos los días en colectivo a Asunción, bien tempranito, con tres ‘ajakás’ (canastos) que ponía en su cabeza un ajaká por vez, para ofrecer a sus clientes

Hasta que, finalmente, ya no daba abasto. Esto hizo que, como el negocio iba en popa decidió, en el año 1996, comprar una camioneta cero kilómetro marca Peugeot. Este cambio no solo se reflejó positivamente en sus finanzas sino también en su fisonomía: de aquel delgaducho vendedor ambulante se convirtió en un “frondoso” empresario.

 Día de la Chipa y Chipa rapé

El Día Nacional de la Chipa es el segundo viernes de agosto, fecha en que se realiza también el Festival Nacional del Chipa Barrero, que este año estuvo a cargo de la Asociación Jukyty, cuenta con el apoyo del Fondec y de la Senatur. Este año se horneó una chipa argolla gigante de tres metros de diámetro elaborado con 270 kilos de masa.

También existe la Ruta de la Chipa (Chipá rapé) cuya primera edición tuvo lugar el año pasado y que consiste en la visita a 7 chiperías y lugares de ventas del producto.

Anécdota final – También hace más de seis décadas había un vendedor –de apellido Recalde- que ofrecía sus productos en el Mercado 4 de Asunción de la siguiente manera: “chipá avatí, chipa so’ó nde rakúva aó”

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