En Argentina dan como hecho que Paraguay y Bolivia son dos de los principales países que proveen drogas a ese país, para el mercado interno y para la reexportación a países del primer mundo.

Los vuelos ilegales atraviesan el país hace varios años con su cargamento de drogas. En Salta se habla del «bombardeo» de cocaína, se califica a Santiago del Estero como un «portaaviones narco» por la proliferación de pistas clandestinas y esas avionetas tienen rutas consolidadas hacia Corrientes, Entre Ríos, Córdoba y Buenos Aires. Sin embargo, lejos de detenerse ese problema de seguridad, las aeronaves son detectadas cada vez más lejos. Los vuelos de la cocaína ya llegan a La Pampa.

El Ministro de Seguridad de la Pampa, Juan Carlos Tierno, señaló en ese sentido que en esa extensa zona (con poca población) de la Argentina, se verifica un enorme movimiento de aviones y avionetas que, en muchísimos casos, aterrizan en pistas clandestinas.

En declaraciones al diario La Nación, Tierno indicó que el tema se instaló como nueva problemática provincial.

“La distancia promedio a potenciales puntos de aterrizaje pampeanos para avionetas que vienen desde Bolivia y Paraguay es de 1.600 kilómetros. El rango de acción de las avionetas Cessnas 182/210, aunque en esos casos deberían recargar combustible en algún punto de su viaje. Sin embargo, una avioneta de mayor tamaño, como por ejemplo el Beechcraft 200 Super King, puede llegar a Santa Rosa desde países limítrofes sin recargar combustible.

Desde Paraguay, en tanto, fuentes de la Secretaría Antidrogas, siguen poniendo la nota respecto al hecho de que en el interior del país, pululan igualmente las pistas clandestinas que tendrían conexión con el tráfico de estupefacientes.

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