Alan Redick, columnista de opinión y docente de la Universidad de Carolina del Norte (EE:UU)
Tanto alboroto se genera en estos días con la ‘cuestión del aborto’ especialmente en nuestros medios de comunicación con algunos periodistas y otros que se autodenominan científicos.
La Constitución Nacional y la religión (especialmente la cristiana, judía y musulmana) consideran al aborto un crimen.
Entonces, comencemos por acordar algunos términos que usaremos. Por aborto entendemos la interrupción provocada de la vida en un feto humano, o sea, matar a la criatura humana en el vientre mismo de su madre. El feto es un embrión, en los mamíferos, que se genera desde que se implanta en el útero hasta el momento del parto.
Cuando Platón define al ser humano como un animal bípedo implume, el excéntrico cínico Diógenes desplumó a un gallo y lo arrojó diciendo “He aquí el hombre”. Sin embargo, hoy más que nunca, la ciencia ha avanzado con relación a poder determinar con certeza la identidad humana y, sin embargo, parece irónico que en estos días tengamos que discutir sobre estos temas.
La verdad es que esa es una duda personal que tengo. Mi duda no va tanto en cuándo empieza la vida, sino si la vida comienza o realmente de lo que hablamos no es más que un continuo de la vida y no de un ‘comienzo’.
Un espermatozoide (con 23 cromosomas), así como también el óvulo (también con 23 cromosomas), es un ser vivo y también es origen humano, pero ¿podemos llamar a esto un ser humano y a la masturbación un crimen?
Es aquí donde la filosofía puede traernos mayor claridad.
El principio ontológico, describe la esencia e identidad del ser. Hoy día la ciencia puede decir con certeza, gracias al ADN, si un embrión es humano o no, e incluso arrojarnos datos sobre el origen.
El principio teleológico o de la finalidad. determina con certeza que un embrión humano es un ser humano por su origen humano, su esencia humana, y su finalidad humana, pues de no interrumpirse el proceso natural, ese feto humano se convertirá en un bebé humano, que pasará a ser un niño humano y, siguiendo el proceso natural, solo podrá llegar a ser indefectiblemente un hombre humano, pero nunca una coca-cola.
Por lo tanto, hablemos siempre con propiedad y entendamos que el aborto es matar en el vientre mismo de su madre a un ser humano (que vino de un humano, es humano y se desarrollará como humano).
El rey Herodes, ordenó la matanza de los inocentes, al mandar que fueran pasados por la espada todos los varones menores de dos años (Mateo 2: 13 – 18).
PERO EL 28 DE DICIEMBRE SE CONMEMORA UNA FECHA LÚGUBRE CON LA MATANZA DE LOS INOCENTES Y DEBERÍA SER DECLARADO “DÍA NACIONAL CONTRA EL ABORTO”, DÍA CONTRA LA MATANZA DE LOS INOCENTES.
ABORTAR ES MATAR A INOCENTES
(Ver articulo completo en www.elnacional.com.py)
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Un hombre opinando sobre el aborto, contame otro chiste
Muy bueno el planteamiento, como todo lo que esté autor escribe.