En Paraguay, 1 de cada 30 embarazadas de alto riesgo tiene menos de 15 años

La iniciación sexual de las adolescentes paraguayas está entre las más tempranas de América Latina y es casi en su totalidad premarital, según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud Sexual y Reproductiva 2008, elaborada por el Centro Paraguayo de Estudios de Población.

A nivel nacional, en el grupo de 15 a 19 años, la tasa de fecundidad adolescente –o sea el número anual de nacidos vivos por cada 1.000 mujeres- es de 63, muy por encima del promedio mundial que llega a 50

A esto se suma, que el 52% de las mujeres entre 15  a 19 años declara llevar una vida sexualmente activa y; en este contexto la posibilidad de un embarazo precoz es una realidad para muchas de ellas. Así, del total de embarazos que ocurren en el país, aproximadamente el 20% corresponde a población adolescente. Según datos oficiales, en el año 2008, se registró 538 nacimientos de madres -niñas entre 10 a 13 años y 20.191 nacimientos de madres- adolescentes entre 14 a 19 años.

El embarazo en adolescentes representa un problema de salud pública, señala la doctora Adriane Salinas Bomfim, Oficial de Salud Sexual y Reproductiva del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), pues las jóvenes tienen más posibilidad de perder la vida en el momento del parto. En el año 2008, según fuentes oficiales, 18 adolescentes menores de 19 años, perdieron la vida al dar a luz, lo que supone el 15% de muertes maternas registradas ese año.

Además, agrega Salinas Bomfim, es un problema social y económico. Se ha constatado efectos negativos de la maternidad adolescente sobre el capital humano, pues muchas de las adolescentes interrumpen la escolaridad y la mayoría de ellas cuando se convierten en madres no vuelve al sistema educativo, lo que reduce las posibilidades que tendrán en el futuro para competir en el mercado laboral y  acceder a empleos dignos y decentes.

La prevención del embarazo precoz en adolescentes es un imperativo social, pues no solo contribuye a reducir la cantidad de muertes maternas y neonatales, sino a disminuir  los índices de pobreza, y de esta manera  construir una sociedad más igualitaria y equitativa para todas y todos.

“Lo ideal es prevenir los embarazos durante la adolescencia, pero en caso de que se presente, desde el Fondo de Población consideramos que tanto el personal de salud, como la familia debe brindar apoyo integral a la adolescente. La atención prenatal tiene que iniciarse antes del tercer mes de embarazo, a fin de reducir los riesgos de muerte materna y neonatal. Es importante, además, que la atención de la menor embarazada incluya un acompañamiento a fin de evitar la deserción escolar y/o laboral y que contribuya a que pueda reconstruir un proyecto de vida para ella misma”, sostuvola doctora Salinas Bomfim, a la vez de instar a las personas a tratar este tema, derribar tabúes y encararlo de manera abierta.

Cifras que nos llevan a reflexionar…

(Datos oficiales, del 2009, de morbilidad de los servicios de consultorio externo del Ministerio de Salud Pública)

  • 38 de cada 100 embarazos de alto riesgo son de  adolescentes.
  • 1 de cada 30 embarazadas de alto riesgo tiene menos de 15 años.
  • Más de un tercio de las mujeres embarazadas que consultan por hemorragias en el primer trimestre tiene 19 años o menos.
  • 1 de cada 4 mujeres con 20 semanas o más de gestación que consultan por sangrado es adolescente.
  • 1 de cada 8 embarazadas que padecen de sífilis es adolescente.
  • 1 de cada 4 mujeres que consultan por aborto tiene 19 años o menos. 
  • 1 de cada 100 mujeres que consultan por aborto tiene menos de 15 años.

Por todo esto, manifestó la experta del UNFPA, es relevante seguir avanzando en la elaboración, implementación y monitoreo de las políticas públicas, como los planes de salud, de educación y de empoderamiento de adolescentes y jóvenes. Subrayó la necesidad de fortalecer el acceso de adolescentes y jóvenes a los servicios de salud, integrales y amigables, y trabajar por la inclusión de la enseñanza de la salud sexual y reproductiva dentro del currículo de la educación formal. “Con estas acciones se promueve el derecho de los y las adolescentes a recibir información oportuna, de cómo protegerse a fin de que puedan tomar decisiones responsables con respecto a su salud sexual y reproductiva. Además, de esta manera, el país estará contribuyendo a que se cumpla la meta de reducir la mortalidad materna”, agregó haciendo referencia al Objetivo de Desarrollo 5, compromiso asumido por nuestro país.

Cómo prevenir el embarazo precoz: Para lograr la prevención de los embarazos adolescentes y reducir los riesgos de muerte, el Estado debe garantizar el acceso a información, a educación integral y a salud, incluyendo servicios e insumos de salud reproductiva. En este sentido, el Ministerio de Salud Pública se encuentra implementando políticas y planes para garantizar que las y los adolescentes ejerzan su derecho a la salud.  

Acorde a esto el Ministerio de Salud Pública está implementando:

  • El Plan Nacional de Promoción de la Calidad de Vida y Salud con Equidad de la Adolescencia 2010-2015, apoyado por el UNFPA, que incluye como área estratégica el fortalecimiento de sistemas y servicios de salud con enfoque de derechos, amigables, integrales para adolescentes y la comunicación social y la educación entre pares. El año pasado se inició la implementación de la estrategia de atención integral e adolescentes, con la capacitación recursos humanos de las Unidades Salud Familiar seleccionadas.
  • El Plan Nacional de Salud Sexual y Reproductiva, que tiene como algunos de sus ámbitos estratégicos maternidad segura, planificación familiar y educación de la sexualidad con adolescentes y jóvenes.

Fuente: unfpa.org.py