2 de los partos diarios son en adolescentes
Según datos oficiales el 20% de los embarazos en nuestro país corresponde a adolescentes. Acorde a la Dirección General de Información Estratégica en Salud del Ministerio de Salud Pública, el embarazo en adolescente presenta una tendencia ascendente desde el año 2000.
Si bien ha bajado en el grupo de 14 a 19 años, entre el 2009 y el 2011 hubo un incremento en el registro de la cantidad de nacidos vivos de madres de 10 a 14 años, pasando de 590 a 611. Esto representa un aumento del 4%.
Dos de los partos diarios que se registran en el país corresponden a adolescentes de 10 a 14 años y en el grupo de adolescentes de 15 a 19 años la situación no es mejor: se ha duplicado el número de muertes entre el 2010 y 2011, pasando de 7 a 14 casos (pasa de 6,7% a 15,16% del total de muertes maternas).
A esto se suma que existen marcadas diferencias según el área de residencia de las adolescentes, algunas por debajo de la media y muchas por encima. Asunción y Central son las zonas del país con menor nivel de embarazos adolescentes de 10 a 19 años, y que incluso presentan una tendencia descendente. Así en Asunción, el porcentaje de madres adolescentes en el año 2000 era de 16,6 % y para el 2011 bajó al 14%, mientras que en el departamento Central, ese mismo año era de 17,3 % y para el 2011 bajo al 16,6%. Si bien no existen estudios de este hecho, la causa podría deberse a diversos factores como por ejemplo el mayor nivel de instrucción, el mayor acceso a información sobre salud sexual, y la mayor disponibilidad de centros asistenciales y de métodos de planificación familiar.
Por el contrario las regiones que presentan los mayores niveles de embarazo adolescentes son el Chaco y la zona Norte. Así el departamento con el más alto porcentaje es Alto Paraguay, que presenta un porcentaje de 30,7% de embarazos adolescentes, le sigue Canindeyú con 27,7%. Luego están Amambay con 27% de adolescentes embarazadas, Boquerón con 25,4% y Pdte. Hayes con 25%. Es claro que las mayores tasas de registro se dan en las zonas más vulnerables y en la que se presenta una débil institucionalidad.
Fotografía: ©UNFPA/Paraguay/Carolina Ravera Castro.