El hijo pródigo…
Un hombre tenía dos hijos y, el menor de ellos dijo a su padre: “Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes.
No muchos días después, juntándolo todo, el hijo menor se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició su fortuna viviendo desordenadamente.
Después de malgastar todo, hubo una hambruna en aquella región y él empezó a pasar necesidad. Fue y se puso a servir a un hombre de aquella zona, el cual lo mandó a sus tierras a alimentar cerdos con algarrobas (legumbre, fruto del algarrobo) que a veces el mismo quería comer, pero nadie se las daba. Recapacitando, se dijo: ¡cuántos jornaleros de mi padre tienen pan abundante mientras yo aquí me muero de hambre!
Entonces, se levantó y se puso en camino hacia la casa de su padre.
Y cuando aún estaba lejos, su padre lo vio quien, misericordiosamente, corrió a su encuentro, se echó sobre su cuello y lo cubrió de besos.
El hijo le dijo. he pecado contra el Cielo y contra ti; ya no soy digno de ser llamado hijo tuyo; trátame como a uno de tus jornaleros
El padre, dirigiéndose a sus siervos, ordenó: “Sacad la mejor ropa y vestidle; poned un anillo en su mano y sandalias en sus pies. Traed el becerro gordo, matadlo, comámoslo y hagamos fiesta, porque éste, mi hijo menor, ha vuelto a casa
Y comenzaron a regocijarse.
El hijo mayor estaba en el campo; al volver y acercarse a casa oyó la música y los cantos. Y llamando a uno de los criados, le preguntó qué pasaba. Este le dijo: ha llegado tu hermano y tu padre ha matado el ternero cebado por haberle recobrado sano y salvo.
Se indignó y no quería entrar, pero su padre salió a convencerlo
Mas él, respondiendo, dijo al padre: «cuántos años hace que te sirvo sin desobedecer ninguna orden tuya, y nunca me has dado ni un cabrito para alegrarme con mis amigos. Pero en cuanto ha venido este hijo tuyo que ha consumido tus bienes, has hecho matar para él el becerro cebado».
Él entonces le dijo. “Hijo, tú siempre estás conmigo, y todo lo mío es tuyo; pero había que celebrarlo y alegrarse, porque ese hermano tuyo estaba muerto y ha vuelto a la vida; estaba perdido y ha sido encontrado»
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PRÓDIGO: Nombre que se da en la biblia al hijo que se creía perdido y vuelve al hogar paterno. La palabra, sin embargo, tiene un significado diferente: “quien despilfarra su patrimonio sin justificación, consume su hacienda en gastos inútiles o que desprecia generosamente la vida u otra cosa digna de estimación”.