En Areguá y Capiatá la fe católica renueva su savia vital y fortifica sus raíces cada 2 de febrero con la veneración de la Virgen de la Candelaria, Santa Patrona de dichas localidades del Dpto. Central del Paraguay.
Pero lo más destacable de ese día, es el fervor religioso que la Virgen despierta en cada hijo oriundo de esos pueblos, sea cual fuere su lugar de residencia geográfica en el mundo.
Por ejemplo, entre los emigrados de Capiatá, un contingente importante se ha asentado en Buenos Aires quienes, en esa urbe, crearon y conformaron el ‘Centro de Residentes Capiateños en Bs. As.’ el 14 de marzo de 1971, con el objetivo central de dar ayuda solidaria a su pueblo, tarea que nos consta cumplieron a rajatabla hasta hace unos pocos años en que entraron en un estado de hibernación.
(Casi la misma historia del Centro de Pilarenses Residentes en Bs. As.)
En 1976, la entidad fue desmembrada y no tuvo posibilidades de seguir actuando durante varios años hasta que, al fin, el 12 de marzo de 2000 se procedió a su re-fundación que tuvo lugar en el Consulado del Paraguay en Bs. As. ya que el cónsul de aquel entonces era Sergio López, también oriundo de dicha ciudad.
Carlos Lara Bareiro, fue uno de los más grandes exponentes de la música de nuestro país y verdadero creador de la música sinfónica paraguaya. Había nacido en Capiatá el 6 de marzo de 1914, vivió en Brasil durante 7 años donde estudió y perfeccionó su arte, llegando a ser director de la Orquesta Sinfónica y la Orquesta de Cámara de Río de Janeiro. Posteriormente regresó al Paraguay pero tuvo que exiliarse definitivamente en Bs. As. en 1955, sitio en el que descolló como director sinfónico y compositor de fuste. Falleció en el exilio el 21 de setiembre de 1987 y 20 años después, volvió definitivamente al Paraguay, donde sus cenizas fueron esparcidas al viento frente a la casa donde había nacido. Carlos Lara Bareiro forma parte de la Galería de compositores ilustres de América Latina de la Organización de los Estados Americanos (OEA)
Cabe señalar que uno de los principales cometidos del Centro Capiateño mientras funcionó, ha sido la advocación de Ntra. Señora de la Candelaria cuya celebración incluía hacer un altar con la Virgen, un rezo, una procesión de la imagen, una fiesta patronal, y un Karú guasú que normalmente se realizaba en el Club Unidos de Pompeya, barrio populoso de la ciudad de Bs. As. que convocaba una multitud de compatriotas residentes en Argentina cualquiera sea su lugar de nacimiento.
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