Al defender a la política y a los políticos, Juan Carlos Galaverna manifestó su apoyo al juicio político al contralor Enrique García, algo que se definirá en la reunión de la mesa directiva hoy lunes 11 de marzo.

Sin embargo, cuestionó duramente a su colega de Patria Querida, Stephan Rassmussen, por decir que antes de sacarlo del cargo, debía renunciar el subcontralor, Camilo Benítez, por ser colorado.

“Ñande particular ñande paraguayo. Para juzgar la conducta de una persona, un funcionario, vetamos la posibilidad de que sea sustituido por otro funcionario por ser colorado. Y qué carajo piensa el senador Rassmussen que somos los colorados. Yo lo conozco de años al joven Camilo Benítez, brillante profesionalmente y de conducta no cuestionada, habiendo sido síndico de quiebra. Así que cordialmente, a través de la presidencia, solicito al colega Rassmussen que revise su expresión. Que no se discrimine a la gente por su color partidario. Porque no creo que le guste que yo diga que no quiero que sea él porque es de Patria Querida”, manifestó.

Aunque no se llevó a votación, quedó definido que la mesa directiva calendarizaría el juicio político a García y al ministro de la Corte César Garay, a pedido de Rassmussen y de su compañero de bancada, Fidel Zavala, quien dijo que de esa manera se evitaría que el tema se preste a chantaje, extorsión y favores políticos.

Galaverna apoyó la propuesta, pero cuestionó la campaña de grupos de poder que pretenden desacreditar a la política y los políticos. “No me preocupan los ataques de los centros de poder, sino que ahora los mismos políticos, muchos, se suman a la tarea de denostar a la política y a los políticos”, expresó.

“La campaña de liquidación de la gestión política es feroz. Mi pretensión es que defendamos la importancia de la política y los políticos, pero si no podemos, por lo menos no nos constituyamos en cómplices de quienes quieren liquidarnos. Pensemos en esta ola de que los políticos mismos ayudemos a descalificar a los políticos y a degradar a la política”, añadió.

Por su parte, Rassmussen negó que su intención haya sido discriminar al subcontralor, y menos por su partido político, aunque ratificó que sería conveniente que el contralor no pertenezca al mismo partido político que el presidente de la República, ya que éste maneja el 90% del Presupuesto de la Nación, cuya ejecución debe controlar el alto funcionario.

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