El Tribunal Superior de la Justicia Electoral (TSJE) estipuló el millonario monto que incluirá además el pasaje de los funcionarios a ser enviados a empadronar en cuatro países: tres en América y uno en Europa.

Nuevamente los “manguruyúes” de la nutrida fauna que maneja el Tribunal de Justicia Electoral, se aprestan a desangrar las arcas del Estado paraguayo, destinando nada más y nada menos que algo más de US$ 1 millón (un millón de dólares americanos) para satisfacer la voracidad de sus operadores políticos de todos los colores partidarios que tienen representación electoral en el Congreso.

Conste que hubo un acertado cambio en la conducción de dicho tribunal con el nombramiento de Jaime Bestard como Presidente del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE).  Sin embargo las anomalías y distorsiones en el tratamiento del empadronamiento de ciudadanos paraguayos en el exterior –por lo visto- continúan.

Porque parece que no aprendieron la lección que significó el empadronamiento realizado en  el exterior en el 2011 donde participaron como ejecutores de la inscripción funcionarios paraguayos del TSJE –con residencia en el Paraguay- cuya inoperancia quedó manifiesta en el magro resultado obtenido, pese a la frondosa asignación presupuestaria con que contaron esa vez.

En realidad, la realidad no podía ser otra cosa que un verdadero fracaso, debido principalmente a que los susodichos “inscriptores” enviados por el TSJE vinieron de paseo, desorganizadamente, faltos de conocimiento del terreno en el que tenían que actuar y con una casi nula publicidad de los actos que debían realizar y los lugares donde debían hacerlo.

La cuestión era aprovechar los viáticos otorgados por el Estado paraguayo para disfrutar de un turismo VIP en Argentina.

Hace ya bastante tiempo -y en reiteradas oportunidades- todos los partidos políticos paraguayos que operan en Argentina han propuesto y solicitado al gobierno paraguayo la instalación y puesta en marcha de una o más oficinas del TSJE en Bs. As. y La Plata, con el fin de inscribir en el registro electoral a nuestros compatriotas para que puedan ejercer el derecho constitucional (Art. 120) de votar y ser votado para los cargos públicos de la Nación paraguaya. De esta forma, el Estado paraguayo se ahorraría –como mínimo- alrededor de 800 mil dólares en el empadronamiento, ya que los encargados del mismo, serían compatriotas  radicados en Argentina afiliados a los partidos políticos que operan en el país con los que –además- se lograría una mayor eficacia y eficiencia.

Y esto, en teoría al menos, debería estar en conocimiento del titular del TSJE

Sin embargo,  la institución apostará de vuelta por el envío de funcionarios para la inscripción en el exterior y dicha campaña de empadronamiento fuera del país se llevaría a cabo entre los meses de junio y agosto de este año.

Ah… digamos que dicha inscripción recién servirá para las elecciones del 2018, lo cual nos lleva a preguntarnos por qué tanta prisa y por qué solo tres meses.

¿No seria mejor comenzar en enero de 2016 y hacer las cosas como corresponde?.

Es decir después de evaluar las ventajas que ofrece la propuesta realizada por los partidos políticos paraguayos que operan en Argentina.