Los votos colorados y la multiplicación de los panes y peces
La multiplicación de los panes y los peces es uno de los milagros de Jesús, que está contado seis veces en los Evangelios. La multiplicación de los votos colorados no constituye milagro alguno, obedece a otra impronta: está basada en una estrategia bien pensada, en la aplicación fáctica de la misma con la perseverancia de un trabajo sostenido.
De otra forma NO se explica la contundente derrota que infligió a la alianza Frente Guasú-PLRA en las elecciones acaecidas en Abaí, Caazapá el 16 de marzo pasado, en la puja por lograr la Intendencia de dicha ciudad: el ganador Christian Andrés Acosta cosechó el 61% de los votos contra el 39% para Emilio Tillería quien, en las elecciones de abril del 2013 se había candidatado para Diputado por Caazapá.
Nuevamente pudo más el oficio político y la vocación de poder que caracteriza al Partido oficialista que no escatima recursos, artimañas, picardías ni esfuerzos para alzarse con la victoria. Pareciera ser que en su ADN sólo está instalada la idea del triunfo.
Más de la mitad votaron en Abaí y, en orden de importancia, le siguieron las localidades de Paso Tuna, Tarumá, y Tupãrendá, lugares que cubrió personalmente un cronista de “Paraguay ñane retã”, habida cuenta que estos comicios representaban el primer “test” electoral posterior a las elecciones de abril de 2013: vale decir que no era “una elección más”, sino una vital prueba de fuego para los dos contendientes.
La participación ciudadana se acercó bastante a los niveles de otras elecciones anteriores: esta vez fue del 60% de los empadronados.
ALGUNOS INGREDIENTES DE LA VICTORIA COLORADA:
1) La “localía” tuvo efectos devastadores para la Alianza: la ANR no recurrió a dirigentes de proyección nacional; el proselitismo lo hicieron los “locales”, vale decir los interesados directos y solamente dirigentes de Caazapá: diputados, gobernador y concejales. O sea, los más conocidos del “condado”. Todo lo contrario a lo que hicieron los de la Concertación opositora que estuvieron en Abaí con sus principales dirigentes y primeras espadas.
2) Los carteles que instaban a votar por el candidato no tenían su fotografía: solo decía Lista 1, con lo cual se unificó la imagen y el mensaje, evitando la dispersión de la decisión de los electores.
3) La utilización de un “nuevo” estilo de hacer campaña: “conversar” con los dueños de almacenes de zonas más vulnerables para que dieran “una mano” a la gente más necesitada de la zona. Estilo que, por otro lado, recibió el reconocimiento de la oposición como una innovación proselitista en que no habían pensado y que les sirve como lección para futuras contiendas.
4) El error de cálculo de los opositores: estos creían que para resultar vencedores en esta elección eran suficientes los votos que, finalmente, lograron.
5) La constancia del oficialismo de insistir en sus fórmulas exitosamente aplicadas por más de 50 años en sus respectivas seccionales. Esto es, acercarse a la gente humilde ofreciéndole gratuitamente talleres y cursos básicos de capacitación para obtener un oficio como así también impartir clases para ingresar en universidades y la creación dentro de su sede, de un Instituto donde estudiar Comercio Internacional, Administración de Negocios, Relaciones y Protocolo, Marketing Empresaria, Administración de Cooperativas, amén de brindar asistencia social y sanitaria a sus afiliados.
Tal vez, los protagonistas de ambos bandos ilustren con mayor holgura y abundancia otros factores que influyeron en el resultado.
Por ejemplo que ese día, 16 de marzo, la naturaleza quiso que sea luna llena…