Así tituló Nelson Cristaldo una nota firmada por él y publicada en su Facebook en el día de ayer y nos pareció importante destacar la autocrítica efectuada en la misma, tan poco habitual –casi inexistente- en los dirigentes políticos partidarios, incapaces de reconocer errores o desaciertos.

Más aún, porque se trata de un ciudadano de extensa militancia y trayectoria en el Partido Colorado e incluso en organizaciones sociales y comunitarias de inmigrantes latinoamericanos en Argentina

En lo que atañe a la comunidad paraguaya residente, si bien mayormente su actividad se desarrolló –se desarrolla- en la ciudad de La Plata, tuvo su máximo lustre en la creación de la Junta Coordinadora de Entidades Paraguayas en la República Argentina en julio de 1997, del cual fue fundador y primer presidente. Con la formación de esa institución se cristalizó el largo anhelo de unidad de los centros paraguayos en una gran entidad que representara orgánicamente a nuestros compatriotas ante cualquier gobierno u organismo nacional o internacional, para defender sus derechos adquiridos y proponer avances.

Dicha Junta Coordinadora se había conformado para oponerse  un proyecto de Ley impulsado por el gobierno argentino que establecía la delación y un premio a la delación a quienes denunciaban a los extranjeros que vivían irregularmente en este país. La Comisión Directiva de entonces movilizó y aglutinó a las demás colectividades que tenían su asiento en Buenos Aires con los cuales se realizó un plan de lucha que, finalmente, se logró que la Cámara de Diputados de la Nación Argentina, desistiera del tratamiento del susodicho proyecto de Ley.

Posteriormente, la Junta Coordinadora se transformó en la Federación Paraguaya en la Argentina (FEPARA) que mantuvo el espíritu original y llevó a cabo emprendimientos que beneficiaron a nuestros connacionales, especialmente en lo referido a la regularización migratoria y al derecho al voto.

Pero esa es otra historia que merece ser desarrollada con más extensión que, seguramente lo haremos en otra oportunidad.

Ahora bien, sigamos con la nota de Nelson Cristaldo, que contiene verdades que pueden comprobarse en los hechos y cuyo análisis exhaustivo dejamos en manos de nuestros lectores y sus correligionarios.

Sin embargo,  uno de los temas que no cierra en su exposición es lo referente a que da a entender que la culpa de todo lo que pasa en las bases coloradas de la Región 19 la tiene solamente la Junta de Gobierno de la A.N.R. cuando en realidad una parte fundamental de la responsabilidad, recae en el accionar de la clase dirigencial de estos lares.