4 de mayo de 1954: el golpe que llevó al poder a Stroessner
Hoy se cumplen 64 años del golpe de Estado en Paraguay por el que Alfredo Stroessner derrocó al entonces mandatario, Federico Chaves, una acción que le convirtió en el poder en la sombra hasta el 15 de agosto de 1954, fecha en que asumió como presidente constitucional
Comenzó así un régimen personalista que se prolongó hasta 1989, con el apoyo cívico militar: Partido Colorado y Fuerzas Armadas,
Entre la asonada y su llegada a la presidencia, el Ejecutivo estuvo en manos de Tomás Romero Pereira, considerado una «herramienta» del futuro dictador para dar credibilidad democrática a su toma de poder.
Previamente, Paraguay vivía sobre un complicado tablero económico agravado por las luchas internas en el Partido Colorado, al que pertenecía Chaves, orientado en esa época a una política de acercamiento a la Argentina de Juan Domingo Perón
Había una situación económica delicada y una inestabilidad política. También una vinculación internacional. Chaves simpatizaba con Perón, que entonces tenía un discurso nacionalista y contrario a la injerencia de Estados Unidos»,
El golpe fue respaldado desde un principio por Brasil y EEUU, país que legitimó a Stroessner como «líder anticomunista de América Latina De hecho, Stroessner, que era simpatizante fascista y del nazismo, bautizó su régimen como Democracia sin Comunismo»
En 1992, el activista Martín Almada descubrió los llamados «Archivos del Terror», tres toneladas de papeles internos de la época stronista que aportaron datos sobre la llamada «Operación Cóndor», de la que «Stroessner fue una pieza importante. El operativo Cóndor fue un plan de represión coordinada instaurado por los regímenes militares del Cono Sur durante las décadas de los años 70 y 80 del siglo XX, al que no escaparon cientos de paraguayos contrarios al gobierno.
Almada destaca que el «stronato» también se perpetuó durante 35 años gracias al apoyo incondicional del Ejército y del Partido Colorado, convertido en partido único y valedor del dictador.. «Primero hizo una purga entre las corrientes progresistas del partido y luego lo alquiló para sus fines. Estableció que nadie podía ingresar en la Administración sin estar afiliado. No tener el carné del partido estaba mal visto, te convertías en comunista», indica Almada.
Stroessner estableció además una red de clientelismo político, otorgando dádivas a sus hombres más útiles, principalmente grandes extensiones de tierra a cambio de su fidelidad. Dentro de ese Estado bajo vigilancia que impuso el régimen de «El Rubio» -como era conocido popularmente por sus rasgos físicos, herencia de la sangre alemana paterna- mediante su red de espías, conocido como los «pyragüé» (delatores, en guaraní), encargados de informar de cualquier atisbo de oposición al líder.
Ya casi en el ocaso de su vida, el 3 de febrero de 1989 su consuegro y hombre de confianza, el General Andrés Rodríguez, le hace probar su propia medicina: lo depone mediante un golpe militar. Ya depuesto, Stroessner se refugió en un exilio dorado en Brasil, donde falleció a los 94 años de edad. El general Stroessner había nacido en Encarnación había nacido el 3 de noviembre de 1912 y falleció el 16 de agosto de 2006 en Brasilia.
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