Yacyretá: alto impacto ambiental

La finalización de la construcción de la represa hidroeléctrica Yacyretá, emprendida conjuntamente por Paraguay y Argentina sobre el fronterizo río Paraná, puso en relieve el impacto ambiental de la monumental obra.

Guasú pukú

También llevó a un trabajo de rescate de especies en peligro de extinción por parte de la Entidad Binacional que administra la represa.

En los próximos días y durante un acto que encabezarán los presidentes de Paraguay, Fernando Lugo y Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, se darán por concluidas las obras de la represa hidroeléctrica binacional.

Impacto irreversible

La construcción ha generado un impacto negativo, en parte irreversible, aunque la Entidad Binacional Yacyretá «tuvo desde un inicio por preocupación todo el sistema ambiental con tal de mitigar el efecto en el ecosistema producido por la formación del embalse de la represa y los demás trabajos», le dijo a BBC Mundo el responsable del Refugio Faunístico Atinguy, el médico veterinario Evelio Narváez.

A tal efecto se creó en Paraguay, en vecindades del embalse, el refugio «Atinguy»  un predio de 100 hectáreas para la cría, reproducción y conservación de la fauna silvestre autóctona, que comenzó el trabajo de rescate en 1994.

«Hoy, la población en el refugio totaliza 23 especies de las cuales, 16 son mamíferos y el resto, aves y reptiles. Todas ellas son de la fauna silvestre nativa totalizando una población de aproximadamente 380 ejemplares», afirmó.

No obstante, son tres las especies cuya existencia está en peligro crítico y sobre las cuales se tiene especial cuidado: el ciervo de los pantanos (conocido en lengua guaraní como Guasú Pukú), el lobo de crin y el pavo de monte.

El ciervo de los pantanos es el mayor cérvido sudamericano y su existencia en Paraguay está gravemente amenazada. La destrucción de los humedales y la cacería furtiva son las dos principales causas de su extinción.

El lobo de crin, a su vez, es el mayor cánido de Sudamérica; es esbelto con patas muy largas, orejas grandes y vive en pastizales, bosques cerrados y esterales. Su existencia se encuentra amenazada por la pérdida de su territorio, por el aumento de la frontera agrícola y la quema descontrolada del hábitat. Algo similar ocurre con el pavo de monte.

«En el refugio “Atinguy” están representados casi todos los ecosistemas existentes en las áreas inundadas por la represa por lo que se crean condiciones similares para que los mamíferos, aves y reptiles se sientan en su hábitat. La tarea está dando sus frutos», expresó Narváez.

Sistemas de transferencia de peces

En la porción de la cuenca del río Paraná donde se asienta la represa existen importantes poblaciones de peces que a lo largo de su ciclo de vida necesitan realizar repetidas y extensas migraciones, principalmente para mantener la posición geográfica de los reproductores.

Por eso, se incorporaron dos sistemas de transferencia de peces que permiten que cantidades variables de diferentes especies prosigan su movimiento migratorio en el embalse aguas arriba.

Yacyretá es una presa equipada con 20 turbinas hidráulicas y una potencia instalada de 3,200 megavatios. A través de cada turbina pueden pasar 2.630 millones de litros de agua por hora.

Eduardo Arce (BBC Mundo, Asunción)