Lindstron trata de “borracho” a Cartes, “loco” a Gattini y “boludo” a De Vargas

El ganadero Silvio Ramón Lindstron Picco (72), quien negoció cara a cara con el secuestrador del EPP Manuel Cristaldo Mieres (32) la liberación de su hermano menor, el fallecido Luis Alberto Lindstron Picco, trató ayer de “borracho” al presidente Horacio Cartes, de “loco” al ministro de Agricultura, Jorge Gattini, y de “inútil” y “boludo” al ministro del Interior, Francisco de Vargas. También aseguró que los criminales se pasean orondamente por Tacuatí, donde mantienen en cautiverio hace siete días al colono menonita Abrahán Fehr Banman (35) y hace 407 días al policía Edelio Morínigo Florenciano (26)

Silvio Ramón Lindstron
Silvio Ramón Lindstron

El ganadero Lindstron dijo que la situación en Tacuatí está cada día peor. “No ha mejorado nada. Lo de la asistencia del Gobierno es mentira. Lo de los procedimientos del Gobierno es mentira. Que se le persigue a estos tipos es mentira”, señaló. Aseguró que no hay un interés del Gobierno por solucionar la crisis de inseguridad en el Norte.

“Ellos (por el EPP) ponen las reglas para vivir. Desconocemos la famosa Fuerza de Tarea Conjunta. Para nosotros no existe, porque la fuerza se mide por el resultado”, manifestó ayer de mañana al programa “Buen Día La Unión”, que se emite por radio Unión AM R800.

“Esta gente la que tiene que ser secuestrada” – Seguidamente, cuestionó al ministro de Agricultura y Ganadería, Jorge Gattini, quien el jueves último, cuando acompañó al presidente Horacio Cartes en Tacuatí, minimizó el anuncio de los colonos menonitas de vender todas sus propiedades e irse a Bolivia e incluso declaró que “otra gente irá a trabajar en la zona”. “Por qué un semejante loco… Esta gente la que tiene que ser secuestrada para que aprenda. Es un disparate la declaración que hizo”, se quejó.

En cuanto a Cartes, quien mostró en Tacuatí una actitud poco sensible al hablar con la familia del menonita secuestrado, Silvio Ramón Lindstron se preguntó “qué clase de Presidente es el que tenemos, parece que es un señor que vive borracho”.

Al ministro De Vargas, por su parte, calificó como un “inútil y un boludo”.

Lindstron Picco aseguró que no hay voluntad para acabar con el EPP, aunque aclaró que el Gobierno sí tiene la capacidad de exterminar a los secuestradores. “Cuando ellos digan vamos a terminar, se termina. Si (el EPP) está ahí”, añadió.

A medida que avanzaba la comunicación telefónica, Lindstron Picco iba poniéndose más nervioso, especialmente cuando recordó el encuentro cara a cara que tuvo con el “subcomandante” del EPP Manuel Cristaldo Mieres, a quien en la noche del 8 de setiembre de 2008 entregó en Horqueta los 130.000 dólares que pagaron por la liberación de su hermano menor Luis Alberto, materializada cuatro días después.

“Esos guerrilleros de mierda” – Posteriormente y ya con la voz quebrada, reveló que el 31 de mayo pasado los mismos miembros del EPP que mataron a su hermano estuvieron presentes en Tacuatí, durante el rezo por el segundo aniversario de la trágica emboscada registrada en el predio de la estancia “Paso Itá”.

“Estos guerrilleros de mierda estuvieron presentes en el rezo de mi hermano. Dónde estaban las fuerzas de seguridad, brillaban por su ausencia”, se quejó. “Que se vayan a la mierda estos sinvergüenzas que manejan el país”, concluyó.

“Aunque sea podemos plaguearnos” – Más tarde, en conversación con nuestro diario, Lindstron se ratificó en todos sus dichos y señaló que la prensa es la única aliada de la gente indefensa.

“A través de ustedes por lo menos podemos plaguearnos, pero respetando la ley, no como estos delincuentes del EPP que se pasean orondamente por Tacuatí sin ser molestados por la Fuerza de Tarea Conjunta”, remarcó. Finalmente, dijo: “Ojalá que algún día despertemos y veamos por fin noticias positivas sobre nuestro país y no más tanto sufrimiento como en el Norte”.

Secuestrado, amenazado y después acribillado a tiros – Luis Alberto Lindstron Picco, en aquel entonces de 58 años, fue secuestrado por el grupo criminal Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) en la tarde del jueves 31 de julio de 2008, de su estancia “La Brasilerita” de Kurusu de Hierro.

El exintendente de Tacuatí fue liberado en la madrugada del viernes 12 de setiembre del mismo año, cuatro días después de que su hermano mayor Silvio Ramón Lindstron Picco le pagara en persona a Manuel Cristaldo Mieres 130.000 dólares en concepto de rescate.

Parte de ese dinero, unos 28.000 dólares, fueron recuperados por la Policía y la Fiscalía en la propiedad del prófugo Alejandro Ramos Morel, en Ybyraty, Horqueta, el 4 de agosto de 2009.

Pero el propio Lindstron le devolvió el dinero al EPP, cinco minutos después de retirarlo y a solo tres cuadras de la Fiscalía Antisecuestro de Asunción, hasta donde llegaron los integrantes de una célula de la banda armada.

El estanciero vivió amenazado el resto de su vida y obligado a pagar un “impuesto revolucionario” mensual, así como a entregar víveres a los criminales para no ser “molestado”.

Sin embargo, el mismo grupo lo emboscó y lo asesinó a balazos, en la mañana del viernes 31 de mayo de 2013, cuando Lindstron recorría por un sector arrendado de la estancia “Paso Itá”, en su querida Tacuatí.

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