COMUNICADO Nº 8

Asunción 18 de octubre de 2019

Ante las reiteradas e injustificadas acusaciones dirigidas contra los funcionarios de la Carrera Diplomática y Consular de la República del Paraguay, la Asociación de Diplomáticos Escalafonados del Paraguay (ADEP) manifiesta a la opinión pública cuanto sigue: 

1. 

   El Señor Jorge Ramón Riquelme Ibarra, miembro de la Seccional Colorada N° 1 de Guarambaré, quien a última hora de ayer, fue sorprendido por agentes policiales transportando estupefacientes, NO FORMA PARTE del escalafón diplomático y consular de la República del Paraguay, por lo tanto, fue una designación política.

2. El art 10 de la ley 1335/99 que rige el servicio diplomático y consular de la República del Paraguay permite la designación de personas ajenas al escalafón diplomático y consular pero limitada a un máximo de 20% y son excluidas expresamente las funciones consulares, en consonancia de las disposiciones del derecho internacional público en la materia.
3. La República del Paraguay requiere de una carrera diplomática profesional, altamente capacitada, ante los desafíos que debe enfrentar, por lo que resulta inadmisible improvisaciones en puestos de gran sensibilidad y de importancia considerable para los intereses de la patria, lo que justifica las exigencias legales como el Concurso Nacional de Oposición y Méritos para el ingreso al Escalafón Diplomático en el último rango de Terceros Secretarios, las  capacitaciones constantes en la Academia Diplomática y un sistema de Ascensos estrictos y competitivos que garanticen la excelencia. 
4. Llama al compromiso de la Clase política del Paraguay en la defensa de los intereses nacionales en esta delicada coyuntura nacional e internacional; a la responsabilidad de los medios de comunicación masiva para transmitir información veraz y verificada; y, sobre todo, al respaldo de la ciudadanía paraguaya como requisito indispensable para el requerido fortalecimiento institucional de nuestra primera línea de defensa nacionaL
5. Lamenta profundamente que, una vez más, se utilicen las facilidades prestadas a las personas ajenas a la Institución que ejercen temporalmente la labor diplomática y consular para la comisión de hechos punibles que dañan terriblemente la imagen del país.