Los campesinos del norte del Paraguay, solicitaron al Parlamento nacional que, además de luchar contra el narcotráfico, se instale una política de agricultura familiar, para que los labriegos puedan dejar el negocio ilícito.

Darío Acosta, campesino del departamento de Canindeyú, participó este miércoles de la audiencia pública en el Congreso Nacional, donde se debatió el proyecto de ley de extinción de dominio.

Durante su intervención, el hombre comentó su experiencia y el de muchos campesinos en dicho departamento con relación a las drogas ilícitas. Indicó que muchos utilizan sus carretas o motocargas para el traslado de la marihuana.

Sostuvo que la forma de sobrevivir en el interior del país es ingresando al mundo del narcotráfico. En ese sentido, Acosta solicitó a las autoridades una verdadera política de agricultura. “Ellos no tienen trabajo, no tienen estudio, y la solución para terminar con el problema es la agricultura familiar”, aclaró.

“Los grandes beneficiados, los narcos, están en sus casas bajo sus acondicionadores de aire. Y nadie se mete con ellos”, señaló.

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