A menos de 4 meses de haber iniciado la obra de excavación del canal artificial para el cruce del río Pilcomayo al lado paraguayo, existe un gran riesgo de que finalmente no se llegue al objetivo pautado antes del mes de diciembre, en el que generalmente comienza la riada.

      El peligro obedece a que el gobierno argentino todavía no dio la autorización para realizar el trabajo de la nueva desembocadura ubicada en su territorio, consistente en aproximadamente 750 metros de excavación y que en promedio serían 30 días de trabajo. El objetivo principal es rectificar el cause, pero para las autoridades vecinas esto afectaría a gran parte de su territorio.

El canal mide de distancia 50 kilómetros, el punto de partida de la obra fue desde los 750 metros, hasta la fecha ya se llegó a los 42 kilómetros y en días más estarán completando el trayecto. Las dimensiones con las que cuenta son de 15 metros del lado inferior, 25 metros del lado superior y de profundidad 2 metros y medio. Setecientos cincuenta metros son los que falta excavar para completar el canal, esto implica 1 mes de trabajo.

El trabajo a realizarse del lado argentino es con el doble de las dimensiones anteriormente mencionadas, motivo por el cual implica mayor cantidad de tiempo.

El Ingeniero Jacob Oda, representante del consorcio Tocsa-Vialsur, encargado de la ejecución del proyecto, explicó que actualmente se encuentran a contra reloj y en caso de que el permiso siga demorando podría significar que el río Pilcomayo una vez más se quede sin agua y, por ende, se repetiría el triste episodio natural acontecido meses atrás.

“Estamos aguardando el permiso de cancillería para acceder a los 750 metros faltantes. En 8 días aproximadamente ya estaríamos llegando al punto final de la excavación. Si se sigue demorando el permiso tendríamos muy poca agua, probablemente se corra el mismo riesgo que meses atrás. En ese caso ya dependeríamos de la cantidad de la crecida del río”, aseguró

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