A mediados del 2007, Paraguay comenzó a ser blanco de inversiones de grandes mineras que buscan uranio en su subsuelo. El uranio es un componente que se usa en los satélites artificiales, así como también en reactores y armas nucleares.

De la noche a la mañana, Yuty pasó a ser un distrito estratégico desde el punto de vista económico, político y geográfico, donde tras dos años de trabajo, 12 de noviembre del año pasado, Transandes Paraguay S.A. -empresa que tiene el derecho de esa explotación por 20 años en dicha localidad- informó sobre el hallazgo de dicho mineral.

Sin embargo, Paraguay no tiene actualmente una mina formal en explotación y en el sitio web de la adjudicataria no existen datos fehacientes sobre el tema. El único anuncio es que Transandes no tiene registrado ningún ejecutivo en nuestro país.

Según declaraciones de la abogada ValeriaLuraschi, experta en temas mineros, a www.bnamericas.com, las empresas interesadas en desarrollar la explotación de uranio en Paraguay aún no conocen las políticas del gobierno en esa área. «Sorprenden los anuncios del gobierno sobre la elaboración de un borrador de una normativa para regular la explotación de uranio en el país. Nadie conoce ese borrador», aseveró. Y afirmó que ha conversado con otros abogados expertos en el tema en Paraguay y que desconocen los planes del gobierno. «El mismo director de recursos naturales manifiesta no saber nada al respecto»

La abogada hizo el comentario luego de que en marzo la viceministra de Minas y Energía del Paraguay, Mercedes Canese, dijera que el gobierno está elaborando las políticas de Estado para regular la explotación y el uso del uranio. Según Canese, esas políticas están a nivel de borrador para luego llevarlas a una socialización y convertirlas en ley e indicó que es un tema que se maneja a muy alto nivel, donde se involucran varias instituciones.

Al repecto, exploramos  la web del Viceministerio de Minas y Energías y no figura el más mínimo informe que haga referencia al estado actual sobre ese recurso minero.

En consecuencia, parece ser que lo único cierto y seguro , es que aún no puede hablarse de una pronta explotación.