Por Jorge Villalba Digalo

La Unión de Gremios de la Producción dio a conocer una estimación del impacto de la aplicación del impuesto. Pero está claro que lo único que no aceptarán los sojeros es pagar gravámenes por la exportación del producto, actitud  que apoyan algunos parlamentarios e inclusive ministros del Poder Ejecutivo.

Los empresarios sojeros dan cuenta que para producir una hectárea de soja deben incurrir en costos por  522 dólares por hectárea y que la UTILIDAD LÍQUIDA a obtenerse será de nada menos que 500 dólares, este será  el  ingreso líquido  luego de haber pagado todos los costos y la tasa máxima del 10% de impuesto a la exportación

En consecuencia, la rentabilidad del negocio sobre los costos será del 96%, una rentabilidad que no se puede obtener posiblemente en ninguna otra actividad licita. Y esto que el estudio parte de supuestos falsos, como el suponer que el sector paga todos los impuestos, cuando solamente en el IVA hay una evasión del 54% a nivel nacional, cuya mayor fuga se encuentra en el sector agropecuario ya que sus ventas no están gravadas con IVA, por lo que los grandes sojeros no necesitan exigir boletas legales para usar como créditos fiscales.

EL MINISTRO DE HACIENDA BUSCA LIBERAR DE CARGA FISCAL A LOS SOJEROS

Llamemos a las cosas por su nombre:  el IVA propuesto por Hacienda no es al sector agropecuario, sino al consumo de productos agropecuarios.

Es decir, el impuesto no lo pagarán los empresarios de la soja y la ganadería que concentran el grueso de la producción y la riqueza agropecuaria, sino que lo pagarán los consumidores de los productos agropecuarios tanto en estado natural como procesados.

El IVA lo pagará hasta el consumidor de chipá, expresa  el propio ministro de Hacienda Manuel Ferreira en su facebook  (manuel.ferreirabrusquetti).

La expresión siguiente: “El rico consume más que el pobre, y por eso paga más IVA”, no pasa de ser un sofisma. . Esto parece cierto, pero la trampa está en que en la realidad no existe un rico y un pobre, sino que existe un rico y miles de pobres, y estos últimos consumen más. Así que los pobres son los que más contribuyen con el IVA.

El sector sojero siempre está tratando de eludir el impuesto a la exportación de soja. De hecho en época del  IMAGRO arguyeron que con la ley de adecuación fiscal entraría a regir el Impuesto a la Renta a las Actividades Agropecuarias (IRAA), más conocido como IMAGRO  y que a partir del 2005  se recaudaría mucho más. Y este impuesto volvió a ser un fracaso. Ahora vuelven a plantear reformas que resultarán  de nuevo en un fracaso, ya que  Hacienda no tiene ninguna capacidad para controlar las alrededor de 280.000  explotaciones fiscales para ver si estas evaden o no algún impuesto y existen serios problemas de catastro.

La propuesta del ministro Ferreira consiste,  en el fondo, pasarle la carga a los más pobres y a los sectores medios de la población.

Los sojeros y el ministro pro sojero  van a prometer el oro  y el moro LO ÚNICO QUE NO ACEPTARÁN ES EL IMPUESTO ALA EXPORTACIÓN DE SOJA, porque bastará con fiscalizar la actividad de media docena de agroexportadoras para que el fisco perciba casi el 100% del potencial recaudador. Este impuesto es casi imposible de eludir, eso es lo que no les gusta.

 El Impuesto a la soja es de  bajo costo, fácil de poner en práctica, fácil de controlar y altamente recaudador. Es por eso que los sojeros y los defensores de sus intereses se oponen tenazmente.

Veremos si la Cámara de Diputados tiene las agallas suficientes para tomar medidas que apuntan a una sociedad más justa, lo cual pasa inexorablemente por un régimen tributario más justo,