Niños: Ecos de fantasía, realidad e ingenio

Beatriz AcuñaBeatriz Acuña

 

La fantasía es el grado superior de la imaginación, da forma sensible a las ideas, vuelve mágica la realidad, hace que los animales hablen y que las alfombras vuelen.

Todo un mundo de sensaciones, todo un mundo por descubrir y todo un mundo de sorpresas se abre para el niño desde su nacimiento hasta los cinco años. Alrededor de los 2 años, nos concentramos en el aprendizaje de tres cosas, dos son muy importantes, como el lenguaje y la locomoción, pero hay una tercera: todos aprendemos a dibujar. Y que el dibujo esté entre estas tres cosas tan importantes en un niño en crecimiento da que pensar, tal vez es una faceta humana tempranamente desarrollada y que tal vez tendrá más importancia en el futuro, pero lo cierto es que aparece a los 2 años y a esa edad todos dibujamos.

Se puede inferir que el entrenamiento de la visión es algo fundamental para producir imágenes y que no solo el lenguaje es propicio para comprender el mundo. A los 5 años los niños logran dibujar fantásticamente y no titubean ante nada: les pedís que dibujen una ciudad y lo hacen con edificios, aviones que pasan, autos, gente de todas formas y situaciones.

Pero siempre me pregunto, qué pasa entre los 6 y los 12 años; y entonces, me tropiezo con la educación formal, con la escuela primaria. No digo que acá la educación tenga unas características especiales, porque esto pasa en todo el mundo. Y supongo que se considera que no hay necesidad en esta sociedad de un entrenamiento, de ciertas capacidades, sobre todo las artísticas. Porque nadie va repetir el grado por no saber dibujar.

El mundo de los chicos es una selva terrible, como el de los adultos, pero mucho más clara y la educación formal cercena la sensibilidad y estimula la competencia que son las leyes por las que nos movemos en la sociedad, una sociedad caníbal que no duda en serrucharle el piso al otro y pasar por arriba de su cabeza. En este análisis de la etapa evolutiva que comprende desde el nacimiento hasta los seis años de edad, aproximadamente. El objetivo sería que, mediante el juego, puedas ayudar a tu hijo a alcanzar el máximo rendimiento de sus capacidades intelectuales y motrices y, de esta manera, consigas que sea un niño feliz.

padre-leyendo-un-libroLeé todos los días con tus hijos, aprender a leer no es solo aprender a descifrar lo que dicen las letras. Aprender a leer es un proceso que dura toda la vida. Es muy triste pero son muchos los motivos por los cuales ¿Cuántas personas nunca llegaron a leer un libro ni por equivocación?.

 

La lectura es conveniente y debe ser una actividad gozosa. Elige un momento del día en que estén descansados para que ese sea el momento del cuento. Inicia leyéndoles cuentos cortos y poco a poco podrás leerles cuentos más largos. Motiva a tus hijos a expresarse de manera gráfica. Aprovecha todas las celebraciones que hay a lo largo del año para motivarlos a que hagan tarjetas o dibujos para diferentes miembros de la familia. No critiques sus dibujos y solo diles cómo hacer las cosas cuando ellos te pidan tu ayuda. Valora sus trabajos y respeta sus expresiones.

A lo largo de la vida uno va adquiriendo capas y capas de pensamiento. Uno es producto de lo que leyó, de lo que hizo, de las películas que vio y capas de culturas diversas de los lugares que visitó y de los amigos que conoció.

En nuestro campo editorial, destinado a los niños, además de las célebres obras universales, hay producciones memorables que enriquecen el corpus de los libros que tienen como destinatarios a los pequeños lectores, por citar algunos buenos ejemplos, podríamos destacar títulos de Carlos Villagra Marsal, “Mancuello y la perdiz”; Augusto Roa Bastos, “Polisapo”; René Ferrer, “Desde el encendido corazón del monte”; Luisa Moreno Sartorio, “Ecos de monte y arena”, Nelson Aguilera, “Karumbita, la patriota”, Raúl Silva Alonso, “Algunos cuentos asombrosos y un microcuento”, entre otros excelentes representantes de las letras paraguayas. Es que los libros para niños no comienzan a ser útiles cuando los niños adquieren la lectura autónoma: sus inicios tienen lugar cada vez que un adulto les lee un cuento en voz alta, con amor y dedicación.

En todos los casos los relatos reproducen la oralidad, despojados de formalidades y relacionados con elementos de nuestra cultura, de la naturaleza y con un juego brillante con los sonidos y significados de las palabras.

Historias sencillas en su apariencia para ofrecer al pequeño lector temas existenciales profundos como el poder, la opresión, y la lucha de los débiles. La supervivencia, la relación con los otros y la naturaleza del alma, la fantasía y el amor. Los cuentos tienen un enorme potencial educativo en valores, por su influencia en la memoria y porque… ¡a los niños les encantan! No te conformes con entretener a tus niños: el cuento puede ser tu mejor ayuda, para prepararlos para un futuro brillante.

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