Millonarios

Publicado por: Brigitte Colmán (*)

 

Ramos generales

Si usted se encuentra dentro de la franja de paraguayos que tiene la suerte de tener un trabajo, y tiene la «gracia» de que le paguen el salario mínimo, y que además su salario llegue regularmente cada fin de mes, seguro que sabrá que, del monto total de su salario, le quitan un 9%.

Ese porcentaje va al Instituto de Previsión Social (IPS). Y es para que a usted le atiendan la salud, y además, para que durante su vida productiva usted aporte para su jubilación.

Pero usted no es el único que pone plata en el IPS. Su empleador, también conocido como el patrón, tiene que ponerse cada mes. En ese caso, ellos aportan el 14%.

Le explico esto, aunque seguro ya lo sabe, para que le quede bien clarito quién manda. El IPS es de usted, es de mí y de todos los que aportan cada fin de mes a su caja.

O sea que: cada ladrillo de sus edificios, cada píldora de ácido acetil salicílico o de vitamina C, cada jeringa, cada mamógrafo, cada jarabe para la tos, cada uno de los aparatos de los quirófanos, y también los quirófanos, cada ambulancia, cada camilla, cada ventana y hasta las batas que usan los médicos, todo eso nos pertenece a los asegurados que aportamos con toda puntualidad.

El IPS existe solamente porque existimos nosotros, y lo que es más importante, existe mediante nuestro 9 % y el 14 % de nuestros patrones.

Ahora bien, por más que lo intento, no logro entender lo que ya otra vez quieren hacer con nuestro dinero.

El otro día, el presidente del IPS, el doctor Luis López, después de conversar con Fernando Lugo en el Palacio, anunció que el IPS tiene un plan piloto de diversificación de riesgo.

Lo que quieren es invertir, a través de sistemas financieros, unos 30 millones de dólares en el sector productivo.

No me mueve ningún tipo de animadversión contra el sector productivo. Pero no entiendo por qué, el dinero de trabajadores y patrones debe financiar a este sector, cuando todos conocemos el lamentable servicio que nos dan.

Si el servicio del IPS fuera excelente y no hubiera necesidades, quizá se justifique que busquen qué hacer con el dinero que sobra… Pero, sabemos bien que ese no es el caso.

Y que levante la mano quien no haya tenido que esperar tres meses para consultar con un especialista.

O quien no haya tenido que recurrir a algún «contacto» dentro del IPS para conseguir una cama para internar a su abuela.

O no haya tenido que sufrir el pire vai de aquella enfermera que te trata como si ella te estuviera haciendo un favor.

O quien no se haya jubilado mientras esperaba a que alguien le atienda cuando llamó al call center.

El dinero que tan generosamente quieren invertir en el sector productivo, se junta con el sudor de los trabajadores.

El IPS tiene mucho dinero, pero le falta todo. Los consultorios están colapsados, no hay camas para internación y ni hablemos de la terapia intensiva.

El IPS tiene dinero en abundancia, pero ninguna administración ha sido capaz de construir hospitales, consultorios, comprar ambulancias, contratar más médicos y ser medianamente eficientes para que nunca falten los medicamentos.

Y es evidente, que ningún presidente del IPS ha visto jamás a esos viejitos que llegan caminando, a las 4 de la madrugada para sacar un número, y esperar horas para ser atendidos, con suerte, a media mañana.

Si nos enfermamos, solo si somos afortunados nos van a atender en el hospital; pero igual le vamos a dar 30 millones de dólares al sector productivo.

Cosas de millonarios excéntricos.

(*) ultimahora.com