Lugo aceptó gato por liebre en Itaipú

Ing. Ramón Montanía F. (*)

“Dar gato por liebre”. Esta expresión, rescatada del sabio refranero popular, advierte que en ciertas transacciones una las partes puede ser víctima de un engaño malicioso, “por el que se da alguna cosa de inferior calidad, bajo la apariencia de legitimidad”.

¿La reciente aprobación en la Cámara de Diputados del Poder Legislativo brasileño de la Nota Reversal Nº 4, firmado el 1 de septiembre de 2009 por los representantes de los Poderes Ejecutivos de nuestro país y de la República Federativa del Brasil, acaso no es una transacción parecida?  

La triplicación de la pretendida compensación que paga Eletrobrás al Estado paraguayo por aprovecharse de su excedente energético en Itaipú – alrededor de 37.000 Gwh/año -, que en rigor apenas ronda los US$ 300 millones, cifra que irá mermando en proporción el crecimiento del consumo nacional, es aceptar “algo de inferior calidad”, revestida en este caso de legalidad, pero
no de legitimidad.  

Injusta expoliación. Las “conquistas” de Lugo, nos referimos a la triplicación del factor multiplicador y el “obsequio” brasileño de la línea de transmisión de 500 kV entre Itaipù y Villa Hayes, son otras valiosas pruebas que debemos incluir en nuestra demostración de que la República del Paraguay fue víctima en Itaipú, hasta el presente, de una injusta expoliación por parte de su socio paritario: Brasil. La “generosidad” de Itamaraty, cristalizado en la financiación de la línea de 500 kV,  no es más que otro intento de “compensación” del Brasil al Estado paraguayo  porque se aprovechó de su excedente energético en la usina binacional durante más de 30 años.

No es precio justo. Los 10 puntos añadidos al factor multiplicador de la fórmula de compensación –cuya vigencia aún depende de la Cámara de Senadores del Legislativo brasileño, están muy lejos aún del cualitativo y no cuantitativo Precio Justo reclamado por el pueblo paraguayo.

Verdadera compensación. Es cierto que, de aprobarse en el Senado brasileño, podrían ingresar US$ 200 millones más por año, una muy buena suma; pero, insistamos, la verdadera compensación que merece el Estado paraguayo, por derecho y no por mendigo, porque es propietario por partes iguales de los 90.000 GWh de Itaipú, está muy superior a los US$ 300 millones por año que hoy nos refriegan en la cara.

Plena disponibilidad. Recordemos, el pueblo paraguayo exige, con particular énfasis en el bicentenario de su independencia, plena disponibilidad de sus 45.000 GWh por año en Itaipú, reclamo que formó parte del ya olvidado pliego de seis puntos que el Gobierno de Lugo entregó a su par brasileño en agosto de 2008, y  libertad plena para vender a Precios de Mercado lo que lo sobre, incluso en el mercado brasileño.  

Gran mentira. Que la “conquista” del Gobierno de Lugo representa la recuperación de su soberanía energética en Itaipú, entregada o vendida por sus gobernantes de turno es una gran mentira. Lugo y sus asesores energéticos deben tener bien en cuenta que la aceptación de “gato por liebre” por parte de ellos en Itaipú, representa traición a la patria para la gran mayoría del pueblo paraguayo.

(*) Ingeniero Electricista, director de la revista Mundo de la Electricidad.