Por Caio Scavone (*)

 Los políticos partidarios que no se cansan de hacer y estar en campaña proselitista usan siempre como escudo y propaganda los temas que guardan estrecha consanguinidad y relación con la educación, la salud, la inseguridad y el trabajo. Hablo del trabajo que deben hacer los demás, ya que el político criollo está y sirve para fomentar el peculiar axioma de la ley del menor esfuerzo. Hasta inventaron eslóganes como el de: “trabajo en primer lugar”.

Con el asunto de la inseguridad casi nadie quiere extenderse con el tema ya que los encargados de combatirla son los que apañan, incrementan y fortalecen su existencia.

El trabajo que más se promete atañe a la construcción, sea de rutas, empedrados, caminos, puentes y hasta el río. Pocos saben, al parecer, de la necesidad de caminos asfaltados en las zonas rurales. Solo se da importancia a los caminos con asfalto en los días lluviosos o cuando el clima amenaza con cualquier llovizna. Todas las actividades se suspenden cuando cae una lluvia en el Paraguay, hasta las cirugías programadas en algún centro asistencial.

Desde la época de Stroessner, quien nunca necesitó hacer promesas al pueblo para perpetuarse en la presidencia, solo prometía y cumplía con sus corruptos amigotes. Ya en su época nefasta prometió la ruta al sur desde Villarrica y que conectase con localidades caazapeñase itapuenses. Eltramo Yuty-Caazapá se conoce como “la ruta de la mentira” y como el símbolo de las promesas.

La Ruta VIIIparte desde Santaní (San Pedro) y va hasta Coronel Bogado (Itapúa) atravesando los departamentos de Itapúa, Caazapá, Guairá, Caaguazú y San Pedro. Tiene unos352 kmen total y le falta la capa asfáltica al tramo caazapeño de unos90 km, distancia existente entre Caazapá y el río Tebicuary, frontera entre los departamentos de Itapúa y Caazapá. Ya se construyóel puentesobre este río y el asfaltado llega hasta este sitio, muy cerca de la itapuense localidad de Leandro Oviedo.

El tramo de tierra conecta Caazapá, Maciel, Bertoni, Yegros, San Miguel y Yuty que son ricos rincones caazapeños y empotrados en la desidia y aferrados a las ganas de poder alguna vez conectarse con la civilización.

Siempre se dijo, turísticamente hablando, que había una Ruta sin Mal, que partía desde Itá Letra en Villarrica hasta las costas del Brasil y era utilizada por los indígenas que buscaban el bien del Tupã y por los conquistadores españoles que buscaban el mal del oro. Y si existió la Ruta del Bien,la ruta Caazapá-Yutydebe ser la ruta del mal… gobierno que administra las obras públicas.

Se iniciaron las obras en los dos extremos y el extremo itapuense prácticamente está finalizado, como si la obra fuese en “bajada” y por eso la pudieron terminar antes. Se sabe que el beneficio que acarreará el asfaltado de este tramo es inconmensurable para el Guairá y Villarrica, toda vez que logren atravesar el laberinto vial que se hizo sobrela Ruta VIIIen Villarrica. Es evidente que existían latas de pinturas en los depósitos del MOPC a punto de vencer ya que no existe otra explicación que argumente el pintoresco festival de pintura hecho en el asfalto dela Ruta VIIIen Villarrica, inentendible hasta para sus constructores. El que logre atravesar este vericueto tendrá el camino despejado, toda vez que no le aparezcan los representantes de la cuota Hilton.

Los diputados caazapeños no tienen nada que envidiar a los del Guairá, que se preocupan más de sus campañas políticas y de entregar presupuestos a universidades truchas, y esperemos que toda capa asfáltica sirva lo que dura un gobierno, sin juicio político, claro…

No seamos tan pesimistas, el asfalto entre Caazapá y Yuty pinta que lo inaugurará el presidente electo en abril del 2033. Sí, 2033.

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