Rafael Luis Franco (frarafaelgmail.com)

Sobre el candente tema de la legalización del aborto que hoy están debatiendo en la Argentina me permito esta reflexión.

Ni los neodictadores, conocidos por todos, se atreven a violar la Constitución; hay que recordar que tanto los bolivarianos como Perón, en su primera presidencia, llevaron adelante reformas constitucionales para poder hacer lo que la anterior no les permitía y así tratar de eternizarse en el poder.

Y ahora resulta que un gobierno totalmente contrario a esas ideologías, que se precia de democrático y respetuoso de la Constitución, envía al Congreso un proyecto a todas luces anticonstitucional; porque de acuerdo a las atribuciones del Congreso argentino, según su Carta Magna, no estaría la de legalizar el aborto; muy por el contrario, el Estado está obligado a proteger la vida desde su concepción, y su texto no aclara ni especifica en ningún momento si esa concepción a proteger es fruto de una relación normal, de una violación, de un embarazo no deseado, ni si es menor o mayor de edad.

En su Capítulo IV, Atribuciones del Congreso, Artículo 75, que Corresponde al Congreso, en el punto 22 dice así: “(…)LA CONVENCIÓN SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO [esta convención en su Preámbulo dice: TENIENDO PRESENTE que, como se indica en la Declaración de los Derechos del Niño, “el niño, por su falta de madurez física y mental, NECESITA PROTECCIÓN Y CUIDADOS ESPECIALES, INCLUSO LA DEBIDA PROTECCIÓN LEGAL, TANTO ANTES COMO DESPUÉS DEL NACIMIENTO”]; en las condiciones de su vigencia, tienen jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno de la primera parte de esta Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos.” Más adelante, en el punto 23, mismo capítulo y artículo, expresa: “Legislar y promover medidas de acción positiva que garanticen la igualdad real de oportunidades y de trato, Y EL PLENO GOCE Y EJERCICIO DE LOS DERECHOS RECONOCIDOS POR ESTA CONSTITUCIÓN Y POR LOS TRATADOS INTERNACIONALES VIGENTES SOBRE DERECHOS HUMANOS, EN PARTICULAR RESPECTO DE LOS NIÑOS, las mujeres, los ancianos y las personas con discapacidad. Dictar un régimen de seguridad social especial e integral en protección del niño en situación de desamparo, DESDE EL EMBARAZO hasta la finalización del período de enseñanza elemental, Y DE LA MADRE DURANTE EL EMBARAZO y el tiempo de lactancia.»

Así es que si quieren legalizar el aborto, primero deben realizar una reforma constitucional y dejar de lado tratados internacionales, reescribiendo la Constitución con frases como: “el Estado no se hace cargo del niño durante el embarazo”, “se lo puede matar desde el primer día hasta la catorce semana de su concepción”, “no reconocemos tratados con ningún país que proteja la vida desde la concepción”, etc.; y de paso también podrían agregar que “el Estado no se hace cargo de los ancianos y personas con discapacidad”, así matan dos pájaros de un tiro, y miles de seres humanos, porque lo que viene seguro es la ley de eutanasia.