La lapicera de Marito

 

Por Caio Scavone (*)

Hay un montón de cosas que cada gobierno central viene repitiendo y del que los ciudadanos ya exhiben el hartazgo. En guaraní se explica mejor la cuestión: ikane’õ ha ikueraipáma lo mitã. Significa que la gente está cansada y saturada de los malos manejos que cada gobierno y los poderes nos enzoquetan.

Y hablando de enzoquetar, ese paraguayo que paga sus impuestos, que sabe ser patriota y sabe que no va a firmar ninguna enmienda ni después de muerto, es quien está hastiado de ver su plata en manos de ladrones y convertida en estancias, bancos, mansiones, 4 x 4, contrabando, bancos y bancas parlamentarias. Es la gente cansada de ver zoquetes y presupuestos mal usados, así como nos ven los de afuera para que sigan clasificándonos como uno de los países más corruptos del planeta Tierra.

Ante este cansancio generalizado será fundamental que Marito no le dé continuidad. Ya dijo que se irá a su casa después de cumplir su mandato, pero, ante el espantoso ejemplo de algunos de los que pasaron y pasará sin querer quedarse para atajar el jarrón de flores como senador vitalicio, la cosa se pone reiterativa y de modelo para entender que la Constitución en este país tiene el valor de un papel que se tira en la letrina.

Lo que Marito ya no debe soportar es que el manejo productivo se reduzca en la entrega de machetes, palas y carretillas a la clase productora. Hay que prodigar capacitación, instrucción, ciencia y sapiencia a los productores agrícolas para que el arraigo campesino se fortifique y ya no ocupe los espacios que no condicen con la organización y el ordenamiento territorial. Que mi impuesto no se convierta en pollitos y apuntalen la haraganería, el populismo y el piki voli. Las buenas prácticas agrícolas y los entes diversificados y autárquicos repartidos para la nada deben volver al estamento ministerial y tentar conseguir alguna réplica del Ing. Hernando Bertoni. Este productivo país que vive y sobrevive de lo que el campo le prodiga ya no podrá sostenerse en un Ministerio dedicado a entregar pollitos ni en los entes sacados del MAG que solo apuntalan la mediocridad para convertirse en antros y agencias de empleo.

Lo que fuertemente Marito tienes que reforzar es la materia sanitaria. Un país enfermo no sirve y debe tenerse una mínima cobertura sanitaria y algunos remedios, pero siempre la medicina preventiva, que es la receta que tienen los países de verdad, debe anteponerse y evitar el colapso de nuestros hospitales y la falta de medicamentos.

Lo que ya tampoco debe permitir Marito es el endoso fácil y coimero a las empresas que construyen las costosas infraestructuras del país. Que las compañías viales y constructoras entreguen asfaltados que duren por lo menos un año y que los locales escolares y hospitales no se inunden ni se caigan al día siguiente de la inauguración. O por lo menos que la placa inaugural no se desplome sobre los lustrosos zapatos de quienes dan la plata para la construcción de onerosos centros y equipos hospitalarios.

El endoso Marito tampoco debe alcanzar a los aduaneros ladrones, a muchos coimeros que pululan en la Patrulla Caminera, a policías corruptos y a muchos “carruajes” instalados en los entes oficiales como la ANDE y Essap. Los argumentos infantiles ante los cortes eléctricos y del agua ya nos tienen ahogados. Y hablando de la electricidad, creo que llegó la hora de no regalar tanta energía a nuestros países vecinos.

Te ruego que los cortes cárnicos no sirvan para el pecado de tus ministros, que cortes las manos de los ladrones y que tengas una Corte a la medida que un país necesita.

No será fácil Marito que limpies toda la roña pero encarecidamente te pido que no uses la lapicera para endosar y seguir con la mucha basura que te dejan…

(*) caio.scavone@abc.com.py