Honorable Kalé
Jorge Rubiani – jrubiani@click.com.py
Así de fácil… gracias a sus mismos votos y en menos de 48 segundos, nuestros representantes se hicieron honorables. Con la presunción de que todo es «votable» y que con sólo levantar la mano pueden resolver lo que se les ocurra, agregaron una perla más al rosario de desaciertos que ha adornado su gestión en lo que llevamos de esta fingida democracia.
A diferencia de los «tiempos felices» cuando hacían lo que «el rubio» quería, los legisladores hacen lo que ellos quieren en los no menos felices tiempos democráticos: desde modificar el presupuesto nacional para conseguir que los panes partidarios se multipliquen, hasta la auto asignación de prebendas, beneficios y privilegios imposibles para cualquier infeliz mortal. Néstor García Canclini definía a los shoppings como los «templos de la post modernidad». Con análogo criterio, debería considerarse a los parlamentarios como los dioses del período post dictatorial y pre-democrático. Pues ellos se sitúan mas allá del bien y el mal; juzgan y castigan, nombran a cualquiera para cualquier cargo y hasta pueden deponer a las más altas autoridades de la República sin que nada y nadie pueda consiga siquiera lastimarlos con una sospecha. Tanto que se ha llegado a presumir que no se animaron a tanto, porque si fueran dioses … tendrían que trabajar. De manera que se prefirieron consagrarse honorables.
Así de simple. Ellos lo dispusieron. Sustraídos de toda penalización, sin que se hicieran nunca dignos de la sacralidad de la representación popular, se pegan el lujo de ponernos a los paraguayos al margen de la ley…. porque ni siquiera ante la obligación de su cumplimiento les reconoceríamos un status que conlleva lo verdaderamente HONORABLE: aquellas cualidades de «rectitud, decencia, dignidad, gracia, fama y respeto» que caracterizaron -desde antiguo- a los hombres públicos. Además de lo que ya el sentido común establece: que sólo quien trabaja por el honor, puede ser honorable.
Pero estas señoras y estos señores, que ni siguiera han asumido la modestia de consultar al diccionario, nos insultan con su rutinaria omisión de cumplir sus sagradas responsabilidades, que prevalecidos de su impunidad y ebrios de soberbia, no se han molestado en conocer las distintas acepciones del vocable; o lo que implica el honor con el que acaban de investirse. Pues «honorable», deriva del latín «honos, honoris» se relaciona con lo honesto, con la honradez y la honra; honorable «… es la persona que actúa con honradez y por ello es digna del respeto y admiración de los demás».
Podría segurarse que una de las razones por la que todavía algunos discuten la legitimidad del juicio al ex presidente Fernando Lugo, es que estos compatriotas se resisten a aceptar que el Parlamento cuente con los pergaminos necesarios para juzgar a nadie. Que sus componentes no están en condiciones de demandar a ningún otro conciudadano por la legitimidad, sentido del respeto y responsabilidad de la que ellos suelen omitirse; en notable contraste con sus habituales desmanes.
Pero como los paraguayos hemos adquirido alguna capacidad de estoicistmo y resistencia en la adversidad, nos resta el consuelo y la alternativa de que, en vez de «honorables» e infringiendo complacidos la nueva ley sancionada, denominemos a nuestros representantes con los mismos nombres que ellos se adjudican -habitualmente- en sus panfletos electorales: «Cachito», «Blas», «Tito», «Kalé» o «Tío Salu». Les queda mejor. Y si se enojan, les agregamos el «honorable»… y en paz.
Es ardua el camino hacia la democracia si es que primero no educamos a nuestro pueblo, como en Civismo,
Principio, Integridad, Honestidad, Patriotismo, Humanidad, Compasión etc, que son cualidades NECESARIAS para aquellos que sean asignados por el PUEBLO para gobernar un pais y ser aptos para SERVIR a sus habitantes. Ellos estan haciendo al revez, se autodenominan, para servise ellos mismo y gobernar asi a su antojo, ignorando la Constitución . Gran tarea nos esperas, en un pais tan co-
rrupto, para educar, no hay un modelo a quien emular, y ademas se necesita HACER UNA GRAN LIMPPIEZA. sacar todos los ignorantes y prepotentes abusadores y asi talvez algun dia el pueblo estará listo para practicar la democracia que es solo para un pueblo educado, respetuoso de la ley y del derecho
de los demás. Tengamos Fe que algun dia esto será una realidad.
Juana Pueblo y sus hijos