Existe un vacío de poder en el gobierno de Lugo

Por Rodrigo Duré (*)

El presidente Fernando Lugo no logra realizar un buen gobierno y ese hecho se percibe a diario mediante las desacertadas gestiones de su administración central y también en los diversos ministerios del Poder Ejecutivo y otros entes del gobierno.

Esta situación da una sensacional de verdadero vacío de poder, dado que es palpable que no existen directivas concretas que partan desde el mismo despacho presidencial para los secretarios de Estado y entonces hay desorganización, fracasos y escasos resultados, al menos, eso es lo que percibe la ciudadanía. La inseguridad está latente, en el ámbito de al salud no se logran resultados concretos y las clases se están iniciando este año en medio de muchas críticas por las malas condiciones de cientos de aulas y por el bajo nivel de los docentes.

El caso es grave, ya que existen problemas que requieren urgentes soluciones de parte del gobierno, pero el mandatario al parecer no está muy apurado para, al menos tratarlos, junto con los diversos secretarios de Estado, que tampoco demuestran demasiado nivel para solucionarlos.

Los enfrentamientos entre los liberales y los zurdos es otro tema de nunca acabar y perjudica notoriamente el funcionamiento de los organismos del Estado.

Lo peor de todo es que el accionar del mandatario da la sensación de que no le interesa lo que pasa o al menos no está apurado por solucionar los inconvenientes y esa es una sensación que se siente desde el inicio de su gestión gubernativa.

Ya pasó eso cuando se denunció a Camilo Soares, cuando estaba al frente de la Secretaría de Emergencia Nacional, por hechos de corrupción, y Lugo no ordenó su inmediata destitución, pese al desgaste que significaba para su gobierno.

En estos días se reiteró el problema, con el tema que implica al canciller Héctor Lacognata, quien actuó al menos en forma antiética al cobrar dos emolumentos, cuando la Carta Magna lo prohíbe enfáticamente.

Hay problemas graves en todos los sectores del Estado y las soluciones no se avizoran, y eso es grave, para el gobierno de Lugo y también para la ciudadanía.

Necesitamos un gobierno que defienda a la ciudadanía, a la propiedad privada, a las empresas legales, a los estudiantes, a los enfermos, a los campesinos, a la democracia, a la justicia, pero si sigue actuando de esta forma, sin valores, sin convicción y sin planes y proyectos, entonces solo se le da más espacio a los reaccionarios y a los nostálgicos que se están abrazando y preparando para retomar el poder en el 2013.

 (*) neike.com.py