Es curioso Mariscal, tengo más preguntas que respuestas en este 1º de marzo…

Trigidio González Candia

Los paraguayos hoy en día tenemos un mayor conocimiento sobre la historia de nuestro país y muchos de nosotros accedimos a ella estando en la migración.

Tal vez la lejanía de la patria provoca en nosotros la avidez por saber y recurrimos a los libros como buscando una explicación a nuestra realidad, a investigar las causas y consecuencias que llevaron al Paraguay a la situación en que se encuentra, un país sumido en la pobreza y la precariedad, cuando otrora fuera un ejemplo del Continente Sudamericano.

En todos los programas radiales y en la prensa escrita de nuestra colectividad, se reconstruye el drama de la Guerra de la Triple Alianza, conformada por Argentina, Brasil y Uruguay, contra el Paraguay; cuyo desenlace fue la gran hecatombe, el genocidio; que dejo solamente 200.000 sobrevivientes paraguayos, diez por ciento de hombres, la mayoría de mujeres, niños y ancianos. Entonces hallamos respuestas a nuestros cuestionamientos y hasta encontramos al o los culpables de nuestra realidad actual, ‘’si el Mariscal López no le hubiese declarado la guerra al Brasil y a la Argentina, no estaríamos como hoy estamos’’; otros dirán ‘’el culpable fue Inglaterra’’ y gritaran los demás ‘’fueron Argentina, Brasil y Uruguay’’.

Muchos nos quedamos en silencio, ya nuestros hijos son argentinos y dudamos ¿Vale la pena conocer y dar a conocer, esta parte de nuestra historia? ¿Analizar, dialogar, debatir sobre el tema sanaran nuestras heridas? ¿El desconocimiento de la historia influye de alguna manera en nosotros? Y muchas veces nos consolamos ‘’ Paraguay era un país floreciente, tuvo el primer ferrocarril, telégrafo, la primera fundición de hierro, se fabricó el primer barco transoceánico del continente, prácticamente no había desocupado, la mayoría de la población sabía leer y escribir; se autoabastecía por lo que no teníamos deuda externa’’.

Y un sabor amargo, producto quizás de un resentimiento alojado en nuestro inconsciente colectivo nos invade ¿Cuánto daño puede causarnos el rencor y la añoranza del pasado? ¿Se puede volver a ser como antes, como país, como pueblo, como personas? ¿Debemos esperar una reparación histórica por parte de los países involucrados? ¿Depende exclusivamente de nosotros reconstruir el Paraguay?

La figura de Francisco Solano López, se me impone de manera inexorable. Pienso en el Presidente Fernando Lugo, hoy le toca ser el Gobernante del Paraguay ¿Daria también su vida por la causa paraguaya? El Mariscal no estaba solo, tenía un pueblo que fue capaz de inmolarse por la patria, ¿Nosotros estaremos dispuestos a reconstruir nuestro país después de tantos años de guerras, revoluciones y dictaduras?
Aun lejos de nuestra tierra y sin poder votar por vivir fuera de nuestro país, ¿Nos comprometeremos, en sintonía con el Paraguay, a organizar una comunidad unida para trabajar por el bien común de los paraguayos en la Argentina?.

Es curioso Mariscal, tengo más preguntas que respuestas en este día que recordamos el aniversario de tu muerte y sin embargo siento una alegría esperanzadora; quizá porque en uno de los países que participo de la guerra contra el Paraguay, se escucha en cada barrio donde hay una emisora con programas paraguayos, tu música, tu mensaje y tu voz conmovedora:
¡VENCER O MORIR! ¡MUERO CON MI PATRIA!

Bs. As. 1º de Marzo 2010