Entre ficción y realidad
Rafael Luis Franco
Hay un video que circula en las redes, un dibujo animado donde se muestra a una mujer enfocada por una luz central que imagina la aclaman, pero en realidad está encerrada en un psiquiátrico, del cual momentáneamente ha logrado salir por una ventana, hasta que el enfermero que la cuida logra hacerla volver adentro mostrándole un saco con el signo pesos o dólar; de fondo se ve el nombre del lugar: “Arkham”, manicomio ficticio donde llevan a los supervillanos de la serie “Batman”.
Bien, la humorada, hecha vaya a saber por quién, si uno lo analiza un poco se me hace que no está muy lejos de la realidad; por un lado por el personaje que se satiriza y, por otro, se podrían incluir a los autoproclamados líderes “globalistas del nuevo orden”, que se creen los dueños del planeta y de la vida de sus habitantes.
Entonces veamos las características que tienen los supervillanos de la serie que terminaron en dicho “manicomio”: su perversidad; un poder casi ilimitado; son todos ladrones; son genios del mal; disfrutan con el sufrimiento ajeno; tienen seguidores incondicionales que se dejan matar por ellos, a pesar que a sus jefes estos les importan un comino; nunca se arrepienten de sus actos y de una u otra manera siempre tratan de justificarlos, o sea que a sí mismos no se reconocen como culpables, de absolutamente nada.
Es así, que con sus severos trastornos psíquicos como narcisismo, borderline, paranoias, esquizofrenia, llegaron a dicho lugar personajes como “Dos Caras”, el “Guasón”, “el “Capitán Frío”, el “Acertijo”, “Gatúbela”, el “Pingüino”…
Más allá de la serie, entiendo que todas estas condiciones psíquicas se potencian cuando la persona que las posee tiene un poder económico casi ilimitado, y ni qué hablar del político; lo que le permitiría llevar adelante sus planes de acrecentar su poder, sobre todo económico, ya que carece de condicionamientos morales; o sea que a este no le importarían los métodos empleados ni la destrucción que puedan hacer para conseguirlos; teniendo esta supuesta persona, a su vez, dominio sobre miles que están a su servicio, principalmente por la paga y el miedo a perder su sustento o curro.
Volviendo al plano local, cabría preguntar a expertos en psiquiatría, y de acuerdo a las últimas actuaciones y declaraciones postalegatos, si el personaje del satírico video se acerca en algo a la ficción del comic, si la realidad lo supera o nada que ver.
Mientras tanto, los habitantes de Ghotam City, en gran mayoría esperan que lo dejen volver a “Batman”, retirado en su baticueva, porque ya no lo consideran políticamente correcto los distintos movimientos en auge, enrolados en la cultura woke; que se sospecha están fuertemente financiados y manejados por los supervillanos globales, que terminaron por adueñarse de las arcas y las calles; además, como el “Comisionado” y el “Comisario Fierro” no quieren caer en las encuestas, andan diciendo que no lo conocen.