El nuevo amo

Estela Ruiz Díaz *

Análisis político

El Partido Colorado confirmó ayer que no puede vivir sin amos.  Si no está sometido a la dictadura se arrodilla ante el dinero.

La convención fue convocada para modificar los estatutos partidarios con el único objetivo de beneficiar a una persona: Horacio Cartes, empresario multirrubro, banquero, dirigente deportivo afiliado en el 2009 a la ANR en su momento más débil: en la llanura, sin el dinero fácil del Estado y con profunda crisis de liderazgo. Su fortuna fue la salvación y la prueba fueron las elecciones municipales en las que la ANR tuvo una espectacular recuperación. Eso lo consolidó y le facilitó el siguiente paso: levantar la prohibición en el estatuto que exigía 10 años de militancia para acceder a cargos electivos. Lo logró con poco esfuerzo político y alto costo económico.

Cartes no es un mecenas, alguien que patrocina por puro amor al arte. Es un empresario que invierte para ganar a cualquier precio.

La maquinaria aceitada con los fondos de su gruesa y sospechada billetera dio su frutos y una mayoría absoluta alzó los brazos para allanarle el camino en medio de una acrítica asamblea marcada por la ausencia de debate, la irracionalidad y la intolerancia.

El resultado de ayer abre incógnitas no solamente sobre el futuro del Partido Colorado sino de la democracia misma, cuya consolidación es aún cuenta pendiente del proceso.

HORA DE LOS OUTSIDERS. La transición a la democracia iniciada hace 20 años no fue aprovechada por los partidos políticos para ser convertirse en voceros de la ciudadanía y columna vertebral de la democracia. Mutaron en mafias que asaltaron el poder para consolidar grupos privilegiados en todos los niveles de la sociedad. Así, los partidos, ya sea en el poder o en la llanura, co-gobernaron a cambio de cuotas y por ellas han entregado sus banderas.

La desconfianza se instaló en la ciudadanía y esa falta de credibilidad provocó el fenómeno de los outsiders.

Por eso un ex obispo es hoy presidente del Paraguay. En dos décadas, la oposición y especialmente el Partido Liberal Radical Auténtico, no logró construir líderes confiables para convertirse en alternativa y así derrotar a su eterno enemigo, la ANR.

*leer artículo completo en ultimahora.com 16-01-2011