El incómodo silencio progresista

Rafael Luis Franco

frarafael@gmail.com

Qué nos dice nuestra autoproclamada izquierda vernácula y la foránea ante los actuales sucesos, o sea los levantamientos populares contra viejas dictaduras en Egipto, Libia, Túnez, Irán, etc.; porque me pregunto, ¿qué declaraciones se han podido escuchar?; ¿qué posición están tomando ante estos graves sucesos?; ya que hasta ahora el silencio se ha impuesto en este sector tan progresista.

Da la impresión que no se han enterado de lo que sucede, sobre todo en la Libia de Khadafi, o será que no se quieren enterar porque este dictador es amigo de Chávez y de los Castro; qué digo amigo, más que amigo, es un verdadero cuate, y justo se le dio por masacrar a su pueblo al más puro estilo alemán-franquista en Guernica.

Se acuerdan de Khadafi, es el mismo que quiso emular a Mao con un Libro Verde, que se cansó de regalar en cuanta feria del libro había (el chino era el del Libro Rojo), para enseñar a la juventud del mundo sus ideas progresistas, su revolución, su humanismo, su religión, su fe y su paraíso plagado de vírgenes. Y la izquierda mundial chocha, siempre lo apoyó y parece que continuará, contra viento y marea, apoyando con su silencio a este, a este… y pienso en un calificativo, pero no me decido, es que hay tantos: carnicero, asesino serial, genocida, psicópata… bueno es que parece tener un poco de cada uno.

Pero Khadafi, en estos momentos, ¿es una vergüenza para la izquierda o un paradigma? Tal vez, un intento de respuesta a esta pregunta la podamos encontrar en la visión y admiración que tienen o han tenido nuestros amigos progresistas, socialistas y comunistas, por otros viejos dictadores, algunos ya fallecidos.

Así, en los albores del siglo XX encontramos a Lenin, quien llevó adelante la primer masacre, con su persecución sistemática a todos los mencheviques, los líderes que hicieron la revolución de 1917, a la aristocracia, a los religiosos y a todo aquel que no le caía bien; trascartón vino su mejor discípulo, Stalin, que se calcula mató a más de 20 millones de sus compatriotas bajo su larga dictadura; como ven ambos dirigentes, revolucionarios y populares, masacraron a su pueblo, el opuesto a sus ideas, tal cual lo está haciendo el líder libio.

Ahora veamos al chino más famoso después de Confucio, Mao; éste se calcula que liquidó a lo largo de su dinastía, por purgas políticas y hambre (mismos motivos que los rusos), a más de 60 millones de compatriotas; así que el libio, a la luz de estos ejemplos, con apenas entre quinientos y mil muertos que lleva en estos días, puede seguir bombardeando tranquilo, que aún tiene mucho crédito entre los muchachos progresistas; y creo que ni hace falta hablar de los dictadores africanos y asiáticos, como el norcoreano, que no se conocen las cifras mortuorias, pero como eran y son del palo siempre han tenido y tendrán incondicional apoyo partidario.

Y no nos olvidemos del líder revolucionario Fidel, al que nuestro presidente acaba de ir a saludar; qué podemos decir de éste, en poco más de medio siglo de mandato más de cien mil cubanos perecieron en la isla y no se sabe cuántos en el mar han sido alimento para tiburón; y, seguramente, Castro le debe estar alentando al libio: “Vamos chico, no seas flojo, dale duro a estos contras, palo y a la bolsa”, etc. etc.

Y Chávez, ¿qué dice, qué hace, qué piensa?; en mi opinión, como viene la mano, creo que por las dudas debería tener las valijas preparadas. ¿Habrá hecho reservaciones en algún lugar?, y esto es algo que tendría que considerar en forma urgente ya que las plazas disponibles para dictadores en fuga, con estos eventos, deben estar colmadas. Y le conviene buscar una habitación doble, que son más económicas, así la puede compartir con su amigo boliviano, y de paso ambos se ahorrarían unos petrodólares o cocadólares.

Posdata: A la fecha de escribir esto el silencio reinaba, pero luego habló el hermano cubano; y tal como digo más arriba, apoya con todas sus fuerzas, sin ruborizarse ni un ápice, a su amigo Khadafi.