C5N o el Derecho a la desinformación

Derecho a la información, libertad de expresión y de prensa constituyen la base de la convivencia ciudadana, por lo cual es indispensable que su contenido refleje la realidad con transparencia y que los medios de comunicación que la difunden actúen con criterio.

c5nEsto es, tomarse el trabajo de separar la paja del trigo y, a veces, buscar la aguja en un pajar. Caso contrario se bastardea el quehacer periodístico y su credibilidad.

Apelar a la distorsión de la noticias es más frecuente de lo que uno quisiera admitir. También son habituales las presiones individuales, grupales o sectoriales que suelen querer inducir a la adopción de conductas contrarias a la ética informativa o actitudes favorables al falseamiento u ocultamiento de datos.

Resistir a este tipo de maniobras interesadas, a estos intentos de interferencia, forma parte irrenunciable del ejercicio del periodismo serio. Por eso, la gran mayoría de los formadores de opinión suelen tener sumo cuidado en sopesar la información antes de difundirla, pues proceder con desaprensión socavaría la razón de ser de su misión: comunicar al ciudadano la verdad sin distorsiones.

La labor periodística practicada con independencia es la mejor garantía para que la palabra no pierda credibilidad, para que el entendimiento humano, el respeto y la tolerancia sigan teniendo plena vigencia, para que el lector, el escucha o el televidente tengan la seguridad de que las fuentes a las que recurren son objetiva y subjetivamente confiables, para que el derecho a la información mantenga su supremacía en la fe pública y se constituya en un formidable antivirus contra la toxicidad de la desinformación.

Desinformación a la cual son muy afectos los totalitarios y sus admiradores.

c5n ADNEsto viene al caso por la absoluta irresponsabilidad  de un medio televisivo argentino: Canal C5N, en el programa “ADN – Periodismo Federal”, emitido el 11 de marzo del corriente, bajo el tendencioso  el título “Sudamérica Ilegal. Paraguay proveedor de armas y drogas”.

El canal de marras, desestimó verificar los hechos en fuentes más objetivas, ni siquiera se preocupó de documentarse  en profundidad para respaldar lo dicho y prefirió el facilismo de “tocar de oídas” en lo que debería ser más serio por respeto al público y a sí mismo. 

 Al respecto, y para entender mejor de qué se trata, invitamos a leer la nota enviada por el Embajador del Paraguay en la República Argentina al Director del canal de marras, cuyo texto completo fue publicado en el sitio Web de la embajada paraguaya: www.paraguay.in.tar y/o en Facebook de Paraguayos-residentes-en-Argentina