Algo sobre de la destrucción de la lengua española

 

Rafael Luis Franco (frarafael@gmail.com) 

Conversando con mi amigo Manolo, que él siempre sabe todo de todo, y es casi tan inteligente como un conocido presidente sudamericano que está de moda por sus dichos, ese que llegó en barco directo de las europas, días pasados se dio más o menos este diálogo: 

  • ─Dime Manolo, tú que lees mucho y estás empapado con la actualidad, qué opinas con esto que dicen, ese run run que corre, que pueden ser nuestros vecinos del norte los que estén empeñados en destruir nuestro idioma. 

Mira Paco, como siempre y desde siempre, pueden estar detrás del asunto los anglozanjones, aunque me temo que en el fondo sean los mismos españoles los autores. Fíjate, por empezar, los anglo son los autores de la leyenda negra de la Conquista, así que son los primeros sospechosos; y un asunto prolongado que tienen entre manos es corromper y cambiar el rico idioma español, muy superior al inglés, basta comparar el diccionario de Oxford con el de la RAE, se verá lo gordo del nuestro y lo raquítico del primero. Y esto si observamos que tiempo antes buscaron quitarle la peineta de la eñe, y no lo consiguieron, querían reemplazarla por «ni» o «ny», ya vendrán nuevamente a la carga, a no dudar. Luego, seguramente en complicidad con infiltrados de la RAE, nos quitaron algunas tildes, que en inglés no existen, aquí sí tuvieron un relativo éxito con algunos pronombres: éste, aquél, sólo, y acuérdate de lo que te digo, en poco tiempo más van por las otras tildes hasta no dejar ninguna en pie; pero por ahora están con lo masculino y femenino, que en inglés les da lo mismo decir «the woman» que «the man», o «the friend» sirve tanto para “la amiga” o “el amigo”, y aquí solo sabes si te refieres a hombre o mujer si estás delante de la persona o te dicen su nombre. Observa cuando recibes una notificación del Face, dice «Tu amigo: …» y le da lo mismo que el amigo sea José o Josefa, sea hombre o mujer, siempre es “tu amigo”, que equivale a un “tu friend”. Como ves Paco, ellos se manejan unisex y nos quieren unisexuar a todos; o trisexuar, ya que en las casillas de registro en la parte sexo hay tres para responder: M, F y “otro”. 

  • ─Y sobre el lenguaje inclusivo, qué piensas Manolo. 

Otro punto para sospechar de los anglozanjones; porque, que yo sepa, esta moda «inclusiva» no afecta a catalanes ni a vascos, que en gran medida vienen a ser socios de los anglo en la secular misión de destruir España. Y bien, toda esta otra campaña de lenguaje inclusivo, no estaría mal suponer que también parte del mismo bunker ideológico “anglozanjón”, por ello, para desmentir rumores estaría bueno que al inglés le llegara también dicha moda inclusivista; así podrían ya ir diciendo palabras como «frienda», «friende», «friendo», «guy», «guya», «guye», «lawyero», «lawyera»… y cientos más, porque si no lo hicieren quedarían en evidencia como autores morales del asunto y de paso se podrían dar cuenta de lo ridículo del proyecto «inclusivo»… y hacerlos también «inclusivos» a vascos y catalanes… a ver cómo se las arreglan. 

Después de decir esto último, mi amigo Manolo lanzó una fuerte y larga carcajada. Luego, pasado el desternillado y secadas las lágrimas de la risa, le pregunté: 

  • ─Pero Manolo, al comienzo dijiste que en el fondo eran los mismos españoles los autores de tal destrucción ¿cómo lo explicas? 

Es que de afuera no tienen que tomarse tantas molestias para destruir nuestro idioma. Solo basta escuchar el lenguaje de las nuevas generaciones, que ya no hace falta un voluminoso diccionario para contener las palabras que conoce un joven español, ahora con no más de dos o tres páginas basta y sobra, que ahí caben todos los términos que utilizan diariamente los jóvenes de hoy día. Escucha, no hay una conversación, por más corta que sea, que no esté lleno de: “flipar”, “coño”, “alucinar”, “la leche”, “rollo”, “mogollón”, “me la suda”, “friki”… y de ahí no salen, que si les sacas estos términos se quedan mudos. Y mira Paco, si seguimos así en una o dos generaciones más el español te aseguro que desaparece. Así que, como ves, para destruir el idioma español solitos nos bastamos. 

Hasta aquí más o menos lo que recuerdo de la conversación que mantuve con mi amigo Manolo sobre el tema lenguaje, y, como ven, algo de razón tiene; aunque no estoy muy seguro que sean los mismos españoles los que vayan a destruir su idioma, porque cuando nos despedimos me lanzó un: “Hasta luego Paco, y que a esos anglo les den por el cu…”, una antiquísima expresión que las nuevas generaciones aún mantienen.