A grandes males, grandes remedios…
Rafel Luis Franco
Sobre los hechos de la final de la Libertadores.
Es lamentable que pasen estas cosas, pero es una realidad que los barrabravas, el crimen organizado en el fútbol, controlan los clubes, en mayor o menor medida; es una realidad que hay que terminar con esta práctica; y es una realidad que la comisión de River, de la cual no puede estar ajeno su presidente, entregó entradas a un “líder” barra o grupo que dos días antes fue allanado, donde se le confiscaron dichas entradas junto a una importante suma de dinero; también se entiende que la pedrada al equipo de Boca y dirigentes fue en respuesta a esta intervención; ahora bien, esto de dar entradas no es práctica exclusiva de River, también lo hacen otros; y esto es lo que se debería terminar. Práctica que los dirigentes de AFA no están ajenos.
¿Cómo se termina?, con severísimas sanciones a los clubes responsables. En este puntual caso amerita la descalificación de River, la intervención del club y la suspensión de su estadio, aunque los desmanes no hayan sido dentro del mismo, aunque también hubo robos, al hijo de una amiga lo rodearon y robaron su entrada como a muchos otros.
Se debería expulsar a todos los miembros que sean conocidos barras, de por vida, sean del club que sean; clausurar las tribunas populares, parar el fútbol por el tiempo que sea, etc.; hay muchísimas medidas que se pueden tomar, el problema es que no se las toma, que saben como hacerlas para terminar con el flagelo, porque unos pocos privilegian el millonario turbio negocio; un negocio en el que no solo los barras están metidos, también cierta dirigencia, cierta política, cierta justicia, cierto periodismo y cierta fuerza de seguridad; donde cada uno debe recibir su porcioncita de la torta.
Y la Conmebol, a la luz de esta experiencia, debería determinar que las próximas finales se jueguen, en un solo partido, en países neutrales.