Escuche Felipe: Mi nombre es Juan Requena Leyva y soy de Granada (España). El azar me trajo a esta página después de más de un año que usted publicase este comentario sobre Alejandro. Conozco a Alejandro Espínola Domínguez, desde el verano de 1970. Entonces , yo balbuceaba con mi arpa (autoconstruida, porque en aquel tiempo no había forma de encontrar un arpa paraguaya en España)y aún a sabiendas que yo era un competidor, tubo la gran generosidad de enseñarme técnica suficiente y de poner en mis manos un repertorio de más de veinticinco canciones y músicas paraguayas, y así y hasta que dejé la música como oficio, poder pasear mi arpa por los escenarios e interpretar más dignamente, y todo esto sin remuneración ninguna y sin nada a cambio.
La gran cantidad de músicos paraguayos que salieron buscando un mundo mejor y alegrándonos el corazón con sus maravillosas interpretaciones a lo largo y ancho del mundo, han sido y serán los mejores embajadores del pueblo paraguayo, de los cuales deben ustedes los paraguayos, estar orgullosos. No es fácil decidir dejar tu país de origen, pues con ello arrastrarás para siempre una lucha interna contra el desarraigo la añoranza y el apego a lo tuyo. No son “panchos” de la vida.
“El hombre y sus circunstancias”. Si usted en vez de llamarse Felipe, se llamara Alejandro Espínola Domínguez y hubiesen concurrido idénticas circunstancias en su vida, ante el trance tan doloroso de esa pérdida, estoy seguro habría tomado la misma decisión. No podemos convertirnos en jueces de los demás y menos sin conocer sus circunstancias.
Alejandro Espínola era un buen alma a sus 25 años y sigue siéndolo a sus 69
Los animales y los hombres tenemos ciertas similitudes pero nos diferenciamos en algunas otras cosas. Un animal no tiene capacidad para mentir, insultar, calumniar, despreciar, o burlarse de nadie (en eso nos aventajan). El hombre tiene la capacidad de pensar, coordinar y reflexionar antes de comunicar nuestras ideas o pensamientos, pero está visto que esto no funciona en todos los casos.

Espero con mi mayor respeto, que mis palabras le sirvan de reflexión, porque Alejandro Espínola Domínguez, merece una disculpa por parte de usted, y si la injuria fue pública, de esta misma forma debe ser la disculpa.