¿Por qué no regresan los paraguayos de Argentina?
Por Fátima Rodríguez/ farodriguez@sd.com.py
Sólo 18 de los cerca de 400 beneficiarios que utilizaron el servicio de ayuda para el retorno de la Secretaría de Desarrollo de Repatriados fueron originados desde la Argentina
Rosa Ortega fue electa por segunda vez como representante político -institucional de Villa Soldati, en el marco del proceso de normalización de las villas en la ciudad de Buenos Aires, Argentina. Rosa es oriunda de Encarnación y trabaja desde hace unos 15 años con otras mujeres en la lucha por los derechos de las mujeres migrantes.
El periódico Página 12, la bautizó como Muñeca Brava en la primera entrevista que rescató su historia, de cómo comenzó a trabajar en la política: organizándose con las mujeres del barrio para golpear a hombres que golpean a sus parejas mujeres.
Hace dos domingos, Rosa se consagró otra vez como coordinadora del barrio, un puesto a la que se accede mediante una elección convocada por un juez. Rosa había ido a la Argentina en busca de mejores condiciones de vida. Allá vive en una Villa, pero es considerada clave en su barrio.
En los registros de la Secretaría de Repatriados, los migrantes que regresan al país son mayoritariamente provenientes de España, pese a que medio millón de paraguayos viven en Argentina. Los expertos señalan que pese a que el tipo de cambio de la moneda argentina no favorece a los trabajadores y las trabajadoras a la hora de enviar las remesas al Paraguay, Argentina sigue siendo un país de arraigo para los connacionales por diversas razones de contención económica y social.
Esta contención en Argentina para un trabajador implicaría lo que llaman seguridad social: esto implica desde un seguro de desempleo, el respeto a las jornadas laborales por el alto índice de sindicalización en el área de construcción y de servicio; la cobertura médica gratuita en los servicios públicos y las facilidades para acceder a un trabajo “en blanco”. En las escuelas públicas, los niños tienen almuerzo y para sus familias una canasta básica; y para las madres, la asignación universal por hijos. En cualquier situación, la cobertura social es mucho mayor que lo que ofrece hoy el Estado en Paraguay para una persona o familia pobre.
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