Bõa Vista, la ciudad brasileña tomada por migrantes venezolanos
El presidente Michel Temer viajará hoy lunes a la ciudad brasileña de Bõa Vista, a donde han llegado unos 40 mil venezolanos que huyeron de la crisis en su país, para discutir con las autoridades regionales y municipales medidas en favor de los inmigrantes, informaron hoy fuentes oficiales. Temer decidió interrumpir los días de descanso que pasaba en una playa de Río de Janeiro
El Gobierno de Brasil también está evaluando acciones a tomar ante la emigración masiva de venezolanos; y entre las opciones está suspender temporalmente el ingreso de los ciudadanos del país vecino.
Brasil analiza la viabilidad de pausar la entrada por tierra de los venezolanos en la frontera Norte, al menos, hasta que se realice un censo sobre quiénes llegaron masivamente al estado Roraima. Entre las medidas que se tomarán también está acordar la distribución de los venezolanos en otros estados de Brasil para así despejar un poco a Boa Vista.
Otra propuesta que circuló en la reunión es la de impedir la salida de los venezolanos que ya ingresaron a Brasil pues “algunos ciudadanos estarían yendo y viniendo constantemente para llevar dinero y comida” a Venezuela.
El gran éxodo de a Bõa Vista, con una población de cerca de 320.000 habitantes, ha provocado una crisis por la falta de recursos para atenderlos ya que estado Roraima del norte de Brasil, uno de los más pobres del país y por lo que ha solicitado ayuda para ofrecer salud, educación, alojamiento y empleo a los inmigrantes
El pasado viernes el gobernante brasileño afirmó que, pese a su “disputa diplomática” con Venezuela, Brasil se ha movilizado para ofrecerle “ayuda humanitaria” a ese país y a los venezolanos que han buscado refugio en el país huyendo de la crisis económica y social.
“Estamos en una disputa diplomática con Venezuela”, porque “no estamos de acuerdo con la forma en que las cosas ocurren allá”, dijo, pero, a pesar de esas diferencias, el Gobierno brasileño sigue intentando prestar “ayuda humanitaria” al país vecino y a los miles de venezolanos que se han establecido en Brasil.
El Gobierno pretende financiar la construcción de nuevos abrigos para aquellos en peores condiciones y promover su incorporación al mercado de trabajo, tanto en Roraima como en otros estados del país.
El ministro de Justicia, Torquato Jardim, anunció un proyecto para acelerar la concesión de documentos a los inmigrantes que les permitan trabajar y debatió un proyecto piloto que permita absorber mano de obra venezolana en otras ciudades.
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