Era un triunfo cantado el de Hugo Chávez en Venezuela y con muy  buen porcentaje sobre su ocasional adversario: 10%

Una elección a todas luces impecable por lo transparente y el comportamiento cívico de los venezolanos. Su victoria no tiene resparos y le permitirá gobernar con comodidad por otros 6 años.

Sus seguidores aseguran que entre los logros en los 14 años de gobierno bolivariano, se pueden sumar la reducción de la pobreza y del desempleo, la eliminación del analfabetismo, la consecución de un alto nivel de desarrollo humano, mejoras en la educación, haber convertido al ciudadano de objeto en sujeto político, disminución de la delincuencia, un acceso gratuito al sistema de salud y a una red eficiente de alimentos.

Y aunque haya sido tan así, tendrá tiempo hasta el 2019 para hacerlo realidad y, en ese lapso, tomar las medidas conducentes para que persista en el futuro.

Existen varias señales de que cambiará su estilo de gobernar. Una de ellas es lo expresado días antes de las elecciones:  “Yo estoy dispuesto a abrir las compuertas, estas  puertas de Miraflores, a tomar nuevas iniciativas de diálogo, a nombrar comisiones de diálogo con los distintos sectores de la vida económica . El socialismo del siglo XXI es democracia. Nosotros no estamos hablando de la dictadura del proletariado; no”.

En el mismo sentido se refirió a su vecino del norte: “Con Estados Unidos estamos siempre dispuestos a mejorar las relaciones (…) ojalá con el próximo gobierno y ojalá sea el de Obama, como ya lo dije, podamos nosotros rehacer el diálogo con los Estados Unidos”.

Seguramente el nuevo discurso se base en la necesidad de reconciliación nacional, que cuenta con el agrado del Departamento de Estado estadounidense, de ONGs internacionales o trasnacionales e, incluso, con el beneplácito de sectores académicos y una parte de la dirigencia chavista.

Fuente principal: www.alainet.org