Nueva arma letal: el “Leka-virus”

Ahora que estoy apoltronado en mi escritorio en la ‘Tierra sin mal’, conocido como “yvy marãe’” que descubrieron  los guaraníes sobrevivientes de la época los sacerdotes jesuitas, aprovecho para contarles un cuento.

Como bien se sabe, dichos jesuitas fueron expulsados por la corona española de sus 30 reducciones situadas en la zona guaranítica sudamericana. 

Ante esa circunstancia los nativos no tuvieron otra alternativa que  buscar con más ahínco la tierra prometida, la cual, gracias a su tozudez y perseverancia lograron encontrarla. Y la mayoría, emigró a dicho territorio dónde no había que sufrir subordinación alguna ni dependencia de terceros a quienes rendir obediencia. 

Aunque los que propagan los “fake news”, niegan la existencia  del “yvy marãe’ỹ”, son los que sienten temor a perder sus privilegios dinerarios y otras yerbas… (Si no existiera… ¿cómo se explica que yo esté escribiendo ‘apoltronado en mi escritorio’ ubicado en la Tierra sin mal?) 

Los causantes de esos inventos son los  inmortales ‘pelota jára’ (dueños de la pelota) quienes, monopolizan las técnicas materiales y psicológicas del  sometimiento, siguen sojuzgando – proveyendo falsas noticias- a los nativos que no emigraron, prefiriendo quedarse en su lugar de origen. 

Lo que nos lleva a pensar, que estos eternos mismos de siempre, son los que crearon en estos tiempos, un arma mortal: el “Léka-virus”, microbios destinados a ralear la raza humana terráquea  de los gerontes de más de 65 años, tengan o no hijos y nietos… 

¿Por qué “Leka virus”?  Es simple: porque “léka” es apócope de “lekajá” que en el idioma del gran  país Corazón de América,  significa viejo, jovato, anciano, habitante de los cuarteles de invierno etc. etc.

 ¡“Ñandejára ha Tupãsy”! (esto no tiene traducción).

¡VADE RETRO!/ Imagen: taringa.net- Para AGRANDAR, hacer clic sobre la imagen

Se nota como ha evolucionado (¿progresado?) el mundo: se dijo adiós al Consejo de Ancianos de la antigüedad y de los pueblos originarios de América cuyos integrantes se encargaban proteger de la buena marcha de sus respectivas comunidades. Pertenecer a dicha ‘cúpula’ exigía tener como mínimo 60 pirulos. 

Pero, queridos congéneres de la joven tercera edad: a no asustarse con este maléfico engendro. Nada de recular. Menos claudicar. Aún tenemos mucha cuerda por desenrollar. Para «todes les indecises», les recuerdo que actualmente también existe el lifting no invasivo, sin cirugía, para combatir las arrugas. 

Roberto Galán: Yo me quiero casar… ¿y usted?

Ojo, tampoco hay que olvidar algo fundamental: ya dimos innumerables pruebas de nuestra innata resistencia, hemos soportado a malos gobiernos, pestes de todo pelaje, sequías, inundaciones y, últimamente, aprender los infernales códigos informáticos para saber como utilizarlos acertadamente en los imprescindibles telefonitos celulares Y/O  i-pad  de todas las marcas. 

O sea, que estamos en condiciones de hacer la siguiente seria y firme advertencia a los geriátricos: ¡VADE RETRO! 

Entonces, vivamos a full  nuestra  vida, aunque sea por cuatro días locos, hagamos caso a lo que aconsejaba el argentino Roberto Galán en su programa televisivo ‘Yo quiero casarme… ¿y usted?’ quien decía “hay que besarse más”… 

La otra opción que nos resta es -quizá, también- prometedora para el disfrute: emigrar a la ‘Tierra sin mal’, alias “yvy marãe’”, alias el planeta fashion, ingüeroviablemente (increíblemente) amigable, donde realmente reina la armonía y el equilibrio… 

O si no, amóntema (esto tampoco tiene traducción)