Nuestro ingüeroviable «carrulim».
Para los NO iniciados, el ‘carrulim’ es el alias de la poderosa mezcla de la “caña,ruda y limón”, bebestible paraguayo ingúeroviale, bálsamo infalible, que combate y vence a la mala onda, la envidia, la mala suerte, el py’arõ, el resfrío, la gripe, el ojeo, el mal de amores, la culebrilla, el kaigüetismo crónico, la urticaria, tentación casi irresistible al ñemokõ etc. etc.
Si usted está leyendo esta nota hoy, seguramente ya superó los rigores de los festejos del 20 de julio por el “Día del Amigo”. Si no lo festejó, no se preocupe porque puede desquitarse hoy mismo 30 de julio “DÍA MUNDIAL DE LA AMISTAD” y también el 1° de agosto, fecha en que –SÍ O SÍ- hay que consumir este poderoso brebaje (carrulim) que, según la creencia popular, ahuyenta todos los males habidos y por haber.
O sea, funciona más o menos como el “jopará” de Karaí Octubre , duende o póra que “aleja” la escasez de alimentos. Es decir, el nembyahýi y el tye kororõ.
La tradición perdura a través del tiempo y es imperativo consumir carrulim el primer día del mes de agosto en ayunas. Las familias paraguayas que, por haraganes, no preparan este elixir, pueden adquirirlo de las yuyeras y yuyeros prepararon con anticipación botellitas de esta mezcla, que se vende en todos los mercados del mundo conocido y por conocer e incluso es ofrecida casa por casa por sus elaboradores. Y ahora también por las redes sociales, principalmente facebook y whatsapp.
Según los que saben, parece ser que en Paraguay se popularizó el consumo al comenzar agosto, porque en ese mes, muchas personas de edad, que contraían influenza /gripe al inicio del invierno en el hemisferio Sur, empeoraban en agosto, pues es un mes donde la temperatura sufre variaciones de un extremo a otro: hay un dicho que dice “julio los prepara, agosto los lleva”. Que algo de verdad debía tener, ya que era “vox populi” que algunos (varios) ancianos, ya con sus defensas bajas, murieran en ese mes. (Aunque, pensándolo bien esto parece pura propaganda yanqui porque hoy por hoy los ancianos cada vez son más vitales).
Pero sigamos: de ahí que se insistía en el consumo de la bebida antigripal. Se tomaba un trago de noche, antes de dormir, y otro al despertar, aunque, actualmente, con los avances de la ciencia médica, el carrulim ya no cumple su antigua función y, dada la costumbre, quedó como un aperitivo para cumplir el “rito heredado”, legado que lo mitã hacen el enorme sacrificio de practicarlo con fervor, entusiasmo y sin miramientos. ¿Ajepa?
¿Cual es la dosis exacta? Los pacatos, mojigatos, timoratos, conservadores o simplemente avaros, opinan que solamente debe ingerirse como máximo tres tragos, y en ayunas. Pero esto es un verdadero contrasentido cultural y en la práctica es una ofensa al consuetudinario bebedor que consume en la creencia de que a mayor cantidad insumida, más años de vida sana libre de “akã rasy”, ni siquiera un leve dolor de cabeza.
Sugerencia: Al antepasado visionario, sabio y genial que inventó este benéfico y fabuloso líquido antigripal deberíamos rendirle pleitesía y homenaje por los siglos de los siglos o, al menos, construirle un monolito conmemorativo con una placa que diga: “nuestro eterno agradecimiento al creador de este antídoto medicinal con asombrosas virtudes curativas con solo tres componentes naturales: caña, ruda y limón” que, juntos, no se consiguen en Europa, Asia, Oceanía, mucho menos en la Antártida , el Tibet y el Desierto de Sahara,
Ahora solo nos queda analizar científicamente las propiedades de dichos componentes:
- Desmenuzando las propiedades de los tres ingredientes tenemos que la caña -de cualquier color y sea cual fuere el método con que se destile- debe tener una graduación alcohólica mínima de 45°grados, condición indispensable para provocar el calentamiento necesario que el cuerpo requiere para combatir la gripe.
- Después está la ruda, de origen europeo pero adoptada por América, que según conocedores y expertos, debe ser ruda macho, porque contiene varios alcaloides digestivos, pero altamente tóxicos por lo que a un litro de caña hay que agregarle apenas de dos a cuatro ramitas.
- Por último, el limón, que parece ser el mayor y mejor “curalotodo” del universo conocido. Su gran aporte de vitaminas le convierte en un gran depurador de toxinas y un implacable bactericida. Elimina cálculos en el hígado y vesícula, pero lo que seguramente explica mezclarlo con la caña y la ruda es su eficacia para “embestir” al catarro, ronquera o amigdalitis hasta pulmonías, bronquitis y tos convulsa,
Si después de “probar” este cuasi milagroso, divino y maravilloso remedio natural, usted se siente algo mareado o medio beodo, no se preocupe, porque 1°) es un grato efecto colateral de ese sagrado rito ancestral que se da una sola vez al año y 2°) seguro, pero lo que se dice seguro, se le disipará esa perturbación no deseada en menos de 24 horas y al día siguiente quedará con la frescura de una lechuguita orgánica recién arrancada de la huerta…