La vida se nos va, silenciosamente, sin avisarnos
Mientras tanto, en el paréntesis entre el venir y el ir, los seres humanos podemos elegir, con libertad, cual será nuestro epitafio. ¿Por qué no imaginarnos cuál elegiríamos, ahora que todavía estamos a tiempo?
He aquí, muchos de ellos pensados por anónimos con humor que, sin embargo, han quedado registrados en la memoria colectiva y que tal vez nos ayudaría a decidir…:
- Aquí yace uno en contra de su voluntad
- Y decían que sólo era una gripe
- Esto va para largo
- Por fin dejé de fumar
- Necesité toda una vida para llegar hasta aquí.
- Aquí descansa él y en casa descansamos todos
- Alégrate, sigo viviendo en mi epitafio.
- No te apures, tú también estás en la cola.
- Murió por no reenviar ese mensaje a 10 personas
Pero también muchos personajes célebres, famosos o simplemente conocidos han dejado su ingenio para la posteridad:
“Perdonen que no me levante”, es el famoso epitafio atribuido al genial Julius Henry Marx, más conocido como Groucho. Lo pensó, pero no fue colocado.
Desde aquí no se me ocurre ninguna fuga (Johann Sebastián Bach)
Que baje el telón, la farsa terminó (François Rabelais)
Volveré y seré millones (Tupac Katari /TúpacAmaru II), líder revolucionario aimara. Mal atribuido a Eva Perón.
Ya decía yo que ese médico no valía mucho (Miguel Mihura) escritor español
Aquí yace Molière, el rey de los actores. En estos momentos hace de muerto y de verdad que lo hace bien – Molière
Estoy listo para encontrarme con mi creador. Si mi creador está listo para encontrarse conmigo es otra cosa. (Winston Churchill)
Lo mejor está por llegar (Frank Sinatra)
Si queréis los mayores elogios, moríos (Enrique Jardiel Poncela)
Fuente: Internet